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Cipriano Flores Opinión

Gobierno débil

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Cipriano Flores Cruz

Los graves problemas de las sociedades contemporáneas, en un contexto de la prevalencia de políticas de concentración de la riqueza social, de ampliación de las demandas que la apertura democrática implica, de sujeción de los gobiernos a los humores de la opinión pública, deduce la necesidad de la presencia de gobiernos poderosos, bien estructurados, manejado por profesionales, por gobernantes hábiles y astutos, en donde la improvisación es un crimen.

Si esta es la regla general, cabe decirlo, sentimos un profundo pesar por ello, reconocer que el gobierno de Alejandro Murat no funciona con eficacia,  nadie en su sano juicio puede desear que al gobierno oaxaqueño le vaya mal, que fracase, que se hunda, que Alejandro Murat se vaya al basurero de la historia, nada más lejos de este deseo para un oaxaqueño bien nacido, a pesar de las diferencias ideológicas que se pueda tener. Pero es obligación para los que nos movemos en los espacios públicos hacer el intento de ofrecer posibles explicaciones sobre la buena o mala marcha de un gobierno, con el propósito de señalar derroteros alternativos vistos desde la tribuna o desde la sociedad civil.

Explicar a un gobierno a partir de las causas de su situación puede ser una vía para su no comprensión, las causas son más de las veces justificadores y no explicativos, al gobierno habría que explicarlo en su ser, en su sentido, en sus manifestaciones, a partir del día de su toma de protesta y no más. Qué decidió hacer el gobierno a la hora cero, en su inicio y a lo largo de sus primeros once meses.

A decir verdad se esperaba que el gobierno de Alejandro Murat fuese la antítesis del gobierno de Gabino Cué Monteagudo, para muchos ha sido, por el contrario, su continuidad. La primera impresión negativa del inicio del gobierno del segundo Murat fue su incapacidad para operar con las diversas fuerzas políticas para la toma de posesión, inició su gobierno escondiéndose, dándole la vuelta a los problemas, lo inició en la clandestinidad, a las espaldas de sus bases, los pocos invitados fueron los privilegiados de siempre y el séquito de sus cortesanos. Qué pésima impresión, qué mensaje tan equivocado se envió a los ciudadanos, un gobierno que huye, un gobierno sin resortes, un gobierno que se inicia en las sombras. Los subordinados entendieron bien el mensaje, la falta de iniciativa ha sido su sello, miedosos y medrosos, han dejado solo a su jefe. El Gobernador al contrario, entendió el tremendo error, ha salido al frente de los problemas del Estado pero en solitario, sin respaldo, con pura saliva, con pura voluntad. No puede entender que los gobiernos son de equipos, de lealtades, de valores, de muerte si es necesario, la política es de día a día, en conjunto.

De esta idea de un gobierno que mostró debilidad desde sus inicios ha sido magnificada por las diversas fuerzas del Estado. Los partidos políticos están siempre en posición de fuerza frente al gobierno, sus demandas son inverosímiles, exageradas, impropias, imposible satisfacerlas, los líderes partidarios en lugar de negociar asaltan al gobierno, todo es componenda, todo es pesos y centavos, violan las reglas de la política para hacer politiquería. Estos mismos partidos representados en el Congreso no cambian un ápice en esta conducta, de esta forma el Congreso oaxaqueño no ha cambiado en nada de la que actuó con el gobierno de Gabino Cué Monteagudo, serviles si hay dinero de por medio.

De la misma manera actúan los sindicatos y las organizaciones sociales, por la impresión que ha dado el gobierno de debilidad, abusan en sus demandas, los maestros sienten que tienen la oportunidad de recuperar totalmente el IEEPO, pues en estos momentos tienen la mitad, es decir, hoy funcionan dos IEEPOS, el de la Federación y el del Estado que está en manos de los maestros, ahora lo quieren todo. En esta misma tesitura están los empresarios, los comerciantes, las agrupaciones de profesionistas. Se puede decir que ya desfondaron las finanzas del Estado.

Los gabinistas, los ulisistas, los diodoristas, están sacando la cabeza, incluso muchos están incrustados en las estructuras gubernamentales desde donde torpedean al gobierno muratistas, la prueba más reciente fue la salidad del protegido exsecretario de finanzas del gobierno de Gabino Cué Monteagudo, Gerardo Cajiga, el gobierno se vió obligado a dejarlo en libertad por las poderosas fuerzas nacionales que encumbren al señor Cajiga, explica también la impunidad de que goza el exgobernador Cué Monteagudo, se aduce en este caso pacto, sin embargo,  sólo pacta un gobierno débil si este es el caso.  De la misma manera esta debilidad se manifestó al subordinarse totalmente el gobierno a los funcionarios federales en el contexto de los sismos, se sabe que funcionarios oaxaqueños fueron reprendidos por los funcionarios federales ante la presencia del gobernador, incluso éste tuvo que ceder remociones de su equipo ante faltas no consideradas graves.

Por otro lado, están a la orden del día el descontento de la burocracia en todos sus niveles por la falta de recursos para operar los programas gubernamentales, el gobierno está en quiebra, no hay fondos, se actúa con préstamos a corto plazo, en las dependencias no hay ni café. Esta situación ha desmoralizado a los funcionarios venidos del centro y a los viejos colmilludos de casa. ¿Qué hacer? Pregunta fundamental del gobierno. Recordando al viejo Lenin.

 

 

Esta columna se reproduce en este medio informativo tal cual ha sido concebida por su autor. Las opiniones en ella expresadas no son necesariamente compartidas por este portal.

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