AMLO pide no politizar firma de nuevo tratado de libre comercio y le dice al INE que se va a tener que ajustar el pantalón como todos
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“Nos importa mucho que no se junte el contexto político electoral con la aprobación del Tratado, que no se mezcle”, declaró en su conferencia mañanera de este 22 de noviembre el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en referencia al golpeteo político que en Estados Unidos se está haciendo respecto a la firma del nuevo acuerdo comercial ya negociado hace unos meses entre Estados Unidos, México y Canadá (USMCA, por sus siglas en inglés/ T-MEC, en español).
“El tratado ni puede ser rehén de diferencias político electorales, debe separarse”, observó AMLO, al tiempo que aseguraba que hoy demócratas y republicanos están a favor de la aprobación del T-MEC, por lo que les hacía un llamado a estos bandos, eso sí, con todo respeto, para no enrarecer un ambiente preelectoral de cara a la elección de uno nuevo presidente el año que viene, que en Estados Unidos hoy está más que crispado con el actual presidente Donald Trump sujeto a un proceso constitucional de destitución de su puesto.
En un ambiente más amable al que últimamente ha caracterizado a las conferencias mañaneras y sus colisiones entre presidente y reporteros, o las descalificaciones barredoras del mandatario para todo posible adversario, AMLO habló sobre la ley de austeridad a ser aprobada constitucionalmente próximamente, que marca en tan solo uno de sus apartados que quien trabaje en el sector público en diez años estará imposibilitado para trabajar en el sector privado una vez que haya dejado su puesto en el gobierno.
Refirió el caso del exmandatario Ernesto Zedillo Ponce de León, quien durante su sexenio privatizó los ferrocarriles del país y que una vez que se convirtió en expresidente terminó por trabajar de asesor de la transnacional que se quedó con las vías ferroviarias y los trenes del país. Además de otros casos como exdirectores de Pemex o exsecretarios de energía o hacienda, que una vez terminados su paso por el gobierno, accedieron a trabajar en las oficinas de las mismas empresas extranjeras a las que beneficiaron con contratos y privatizaciones durante su etapa de funcionarios.
AMLO también aseguró que el compromiso de su sexenio de apenas un año en desarrollo, es el no gastar más de lo que se ingresa a las arcas públicas, especificando que el reto de este 2019 es terminarlo sin un aumento a la deuda pública. Al respecto ejemplifica como el mayor caso de ajustarse el cinturón a la propia presidencia de la República, quien en el último año del gobierno de Enrique Peña Nieto ejerció un presupuesto de 3600 millones de pesos, acotando todo para este primer año de su mandato a un gasto de 800 millones de pesos.
De la queja del Instituto Nacional Electoral sobre que su millonario recorte presupuestal de mil 72 millones de pesos, aprobado esta madrugada de manera constitucional, significa poner en riesgo la organización de la elección más grande de la historia, donde alrededor de 6 millones más de ciudadanos votarán en 2021 en relación con 2018, en elecciones en las que se elegirán casi 3 mil 200 cargos en disputa, con 15 gubernaturas, 29 congresos locales y 30 entidades donde se renovarán los ayuntamientos.
Obrador descontó que esto pueda pasar, recordó que ha habido intentos de ley de aprobar y que los sigue habiendo para recortar el presupuesto de los partidos políticos a un cincuenta por ciento. Cuestión que en caso de concretarse podría abonar a que hoy el INE combata la incertidumbre manifestada.
Asegurando que el ajustarse el cinturón es algo que el órgano garante debe hacer dado que por ejemplo cuenta con consejeros electorales que ganan la friolera de 300 mil pesos mensuales. Del recorte de austeridad en el presupuesto del 2020, el presidente también destacó que, en lo referente a gastos de publicidad para el gobierno federal, ha bajado a seis mil millones de pesos, lo que el año pasado con Peña Nieto se asignó en diez mil millones de pesos.
“Está creciendo la inversión extranjera como nunca en la historia”, aseguró Obrador sobre el presente del país. Dijo que para su gobierno una base es la inversión pública a la que considera como una inversión semilla, una inversión de fomento.
Sobre eso una reportera le hizo ver que, según lo analizado por consultoras internacionales, si México no logra bajar sus cada vez más espigados e impunes índices delincuenciales y criminales, la inversión extranjera en México podría convertirse en una canción de retirada, por lo que la periodista le preguntó a AMLO si su administración tiene contemplado un plan b en cuestiones de combate al crimen organizado.
El mandatario, como siempre sonriendo para tranquilizar el momento, aseguró que esos índices bajaran y que habrá resultados. Que la estrategia de seguridad de su gobierno es la correcta en cuanto a combatir primero la extrema desigualdad que rige el país y que así lo demostrarán los hechos. “Que se proteja a todos los mexicanos es mi trabajo”, aceptó Andrés Manuel López Obrador.