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BP ayudó a México a ejecutar su cobertura petrolera del 2018, la más grande de la industria, convirtiéndose en la segunda mayor empresa después de Shell en participar en el codiciado programa y desafiar el papel tradicional de los bancos en la operación.
Tres fuentes de la industria dijeron que BP se convirtió en un participante del programa en el que México gastó unos 1,260 millones de dólares para cubrir sus exportaciones de petróleo de 2018 contra caídas del precio del crudo como parte de los esfuerzos del Gobierno para estabilizar su presupuesto.
BP se une a su rival Royal Dutch Shell, que realizó su primera incursión el año pasado para convertirse en la primera gran firma en desafiar años de dominio de los grandes bancos de Wall Street en el programa.
Bancos como Goldman Sachs, Citi y JP Morgan han dominado el programa de México durante años, pero su papel ha disminuido ante regulaciones más estrictas para operaciones bancarias con “commodities”, incluida una prohibición casi total de operaciones por cuenta propia.
Los ingresos relacionados con materias primas de los bancos de Wall Street cayeron en la primera mitad de 2017 a su nivel más bajo desde al menos 2006, dijo la consultora Coalition en un informe, debido principalmente a una caída en la actividad de los clientes y menores operaciones en el sector energético.
México no ha revelado los volúmenes de petróleo cubiertos ni el detalle del precio promedio por barril de opciones de venta que el Gobierno ha comprado.
En septiembre, la secretaría de Hacienda propuso un presupuesto para 2018 que basó los ingresos esperados por la exportación de petróleo en un precio de 46 dólares por barril. En octubre, miembros del Congreso aumentaron el precio estimado a 48.5 dólares por barril a medida que subían los precios mundiales del crudo.
El martes, el petróleo Brent cotizaba a 64 dólares por barril.
Durante más de una década, el Gobierno mexicano ha pagado una cobertura cada año en busca de garantizar los ingresos por las exportaciones de crudo de la petrolera estatal Pemex. El programa es considerado como la mayor operación de derivados soberanos del mundo.
El año pasado, México compró opciones de venta a un precio promedio de 38 dólares por barril para cubrir 250 millones de barriles de crudo a un costo de 1,030 millones de dólares y respaldar el presupuesto de 2017, que se basó en un precio promedio estimado de 42 dólares por barril.
Este año, México está en camino de no ver ingresos de su cobertura petrolera ya que los precios del crudo mexicano están muy por encima de los 50 dólares por barril. En 2016, México recibió un pago de 2,650 millones de dólares de su cobertura petrolera.
México recibía alrededor de un tercio de sus ingresos federales de la venta de petróleo, pero ahora financia menos de una quinta parte de su presupuesto con dicha venta después del colapso de los precios del crudo a finales de 2014 y una disminución en la producción.