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Campaña ambiental, fuera de la realidad

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Ivonne Matteo

El Municipio de Oaxaca de Juárez, cuyo presidente es José Antonio Hernández Fraguas, emprendió una microcampaña de concienciación ambiental, con propósitos lejanos a los resultados observados.

Al cerrarse el tiradero municipal en la zona de Zaachila por un conflicto social, la capital del estado se ha convertido en un auténtico caos sanitario y de peligro ambiental, pues en las principales calles de las diferentes colonias observamos pilas enormes de basura acumulada por días. La ciudadanía, en su mayoría, no consiente resguardar sus desechos dentro de los hogares y responsabiliza a las autoridades estatales y municipales del cierre del basurero.

El edil capitalino anunció en días anteriores una campaña ambiental de separación de los desechos. Se instó a la sociedad a separar sus residuos orgánicos e inorgánicos para poder atender poco a poco el problema de la basura. Aquí lo cuestionable no es la campaña sino el contexto en el cual se emprende.

La concienciación ambiental ha sido propósito de diversas asociaciones civiles y activistas ambientales en Oaxaca, que han actuado la mayoría de veces en solitario.

Es alarmante pretender tener éxito en una campaña ambiental, con una escasa difusión en redes sociales y aún menor en las colonias del municipio, con la ciudadanía en su mayor parte ajena a la cultura de separación de basura.

Mediante boletín a medios de comunicación, el Municipio de Oaxaca de Juárez informó que los resultados de tal campaña son favorables, que la gente responde a su llamado de separar la basura y de acudir los centros de acopio de reciclaje, sin embargo la realidad es otra.

En colonias como Santa Rosa,  Niños Héroes, Ex Marquesado, 5 señores, entre otras, la separación de basura no se llevó a cabo, la gente llegó corriendo a tirar sus desechos en los camiones de basura de forma normal, sin separar orgánica e inorgánica.

“No tengo tiempo”, “ ya había cerrado las bolsas” “ que lo hagan las autoridades, por eso cobran” son algunas de las respuestas de las amas de casas que no colaboraron en la campaña municipal.

En la zona de la Primera Etapa, San Felipe y el Centro de la ciudad, fueron de las pocas en las que se pudo ver a la ciudadanía con bolsas de basura orgánica e inorgánica.

La cuestión es que la sociedad no está acostumbrada a seguir normas ambientales o pulir una cultura ambiental.

Así mismo, las autoridades por décadas no han dedicado el recurso ni las políticas públicas ambientales necesarias para preservar el medio ambiente a través de la educación ambiental.

No se pueden ambicionar resultados satisfactorios con unos cuantos días de una campaña ambiental dirigida a la ciudadanía que por años ha desconocido la importancia de la separación de los residuos.

Hay que ser frontales ante las problemáticas ambientales y proponer soluciones con visiones reales. No solo por conflictos sociales momentáneos sino porque se trata de una cuestión de salud, una cuestión de vida.

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