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Comisión del Agua otra dependencia con sobreejercicios; estos, por más de 4 mil mdp

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Álvaro Morales

Con el 55 por ciento del agua potable que se distribuye en la ciudad de Oaxaca desperdiciada en fugas dentro de la red principal de conducción y con la red de drenaje del municipio de Juchitán de Zaragoza colapsada desde 2017, la Comisión Estatal del Agua (CEA) es otro de los organismos del gobierno estatal encargados de garantizar el derecho humano al agua potable y saneamiento que ha reportado múltiples sobreejercicios de recursos durante los últimos 10 años.

Durante los gobiernos de Gabino Cué Monteagudo (2010-2016) y Alejandro Murat Hinojosa (2016-2022 –aún vigente–), los directores de aquel organismo paraestatal recibieron y ejecutaron dineros públicos por el orden de los 6 mil 462 millones de pesos, 300 por ciento más de los montos que previamente habían sido autorizados por el Congreso local en los presupuestos de egresos estatales.

La oficina, que hasta diciembre encabezó Héctor Pablo Ramírez Puga Leyva, ha ejecutado un sobregasto de 4 mil 60 millones de pesos en una década; es decir, recursos que no estaban etiquetados, pero que finalmente fueron canalizados a la entidad paraestatal para la ejecución de presuntos proyectos de infraestructura.

Año con año, la constante ha sido, de acuerdo con la documentación consultada, que la CEA reciba recursos extraordinarios hasta 500 por ciento superiores a los que le son designados en las calendarizaciones anuales.

Sin embargo, a pesar de tales montos, el Censo Poblacional 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reportó que solamente el 40.6 por ciento de los hogares oaxaqueñas disponen de agua entubada dentro de la vivienda, mientras que el 41.6 por ciento de las casas habitadas cuentan con drenaje conectado a la red pública.

Es decir, de las 1 millón 125 mil 892 viviendas contabilizadas en la entidad durante 2020, 668 mil no cuentan con acceso a agua potable de manera directa en su interior, y 657 mil carecen de red de aguas negras.

A pesar de aquellas cifras, la Comisión Estatal del Agua reportó en la Cuenta Pública de 2011 haber ejecutado un total de 173 millones 491 mil pesos de recursos públicos, más del doble de los 71 millones 231 mil pesos que le habían sido autorizados en el Presupuesto de Egresos del Estado.

En teoría, los montos tuvieron que haber sido gastados en proyectos de infraestructura para garantizar agua potable y drenaje a la población.

“Somos un Organismo Público Descentralizado de la Administración Pública Paraestatal, encargada de planear, coordinar y ejecutar la construcción, ampliación, equipamiento, rehabilitación, mantenimiento, administración y operación de la infraestructura hidráulica y sanitaria, especialmente la necesaria para alcanzar la cobertura total en servicios de agua potable, alcantarillado, tratamiento y disposición de las aguas residuales”, describe la CEA en su portal web.

Admite, posteriormente, cinco funciones: coordinar el “Sistema Estatal de Agua Potable y Alcantarillado”, así como realizar una programación y administración integral del agua en el mismo, además de establecer las políticas, estrategias, objetivos, programas y normas técnicas que conlleven al óptimo aprovechamiento del recurso agua en el conjunto estatal y su justa distribución y uso entre las diversas comunidades del Estado.

Su tercera tarea es coordinarse, en su caso, con las autoridades federales y municipales, a efecto de participar en la planeación, programación, diseño o, construcción, control y evaluación de obras, así como concursar cuando sea necesario y lo soliciten los Municipios del Estado en la prestación de los servicios de agua potable y alcantarillado y vigilar que la prestación y el funcionamiento de los servicios se realicen eficaz y adecuadamente.

Con esas encomiendas, en 2012, en la Cuenta Pública el organismo reportó un gasto de 392 millones 80 mil pesos, 300 millones de pesos más que los 91 millones 236 mil pesos autorizados antes del comienzo del ejercicio fiscal por la Cámara de Diputados.

En 2013, por su parte, el monto ejercido fue de 632 millones 155 mil pesos, 463.9 millones de pesos más de los recursos previstos en el Presupuesto de Egresos; en 2014, mientras tanto, el organismo ejerció 734 millones 983 mil pesos, 523 millones de pesos más de lo presupuestado al comienzo del ejercicio.

El año siguiente, en 2015, la CEA ejerció 610 millones 116 mil pesos, 402 millones 252 mil pesos más de los etiquetados; en 2016, el monto fue de 669 millones 58 mil pesos, 155 millones 386 mil pesos del monto presupuestado por el Congreso local.

 


En 2017, durante el primer año de ejercicio de Alejandro Murat, la Comisión Estatal del Agua gastó 735 millones 406 mil pesos, 517 millones de pesos más que los recursos contemplados inicialmente y, en 2018, el monto ejercido fue de 925 millones 403 mil pesos, el más alto de la historia y 691 millones 426 mil pesos por encima de lo etiquetado al comienzo de ese año.

En 2019, los recursos devengados fueron de 578 millones 303 mil pesos, 339 millones 413 mil pesos por arriba de los recurso previstos a comienzo de año, y, en 2020, el monto fue de 663 millones 829 mil pesos, 414 millones 700 mil pesos más que el presupuesto inicialmente autorizado.

Finalmente, hasta el tercer trimestre de 2021, la CEA había gastado 347 millones 758 mil pesos, cuando el monto etiquetado al comienzo del ejercicio, era de 198 millones 225 mil pesos.

 

Juchitán, drenaje colapsado

La CEA ha sido acusada de incurrir en irregularidades al momento de adjudicar y ejecutar obras.

El terremoto de 8.2 grados Richter que el siete de septiembre de 2017 sacudió al sur del país, colapsó la mitad de la red de drenaje del municipio istmeño de Juchitán de Zaragoza.

La magnitud del fenómeno provocó que a partir de entonces, al menos seis de las secciones que conforman aquella municipalidad, la Cuarta, la Quinta, la Sexta, la Séptima y la Octava permanecieran bajo aguas pestilentes.

La red de drenaje de Juchitán es conformada por alrededor de 12 kilómetros, de los cuales, el 50 por ciento, sucumbieron totalmente tras el siete de septiembre de 2017; un año antes, en septiembre de 2016, la plantadora de aguas residuales había dejado de funcionar.

Cada segundo, de acuerdo con información del gobierno municipal, por la red viajan cada 300 litros de aguas residuales; la mayoría, esparcida por calles y avenidas.

Especialistas contactados por diversos medios de comunicación, revelaron que el colapso se debió a que la tubería nunca recibió mantenimiento en los 30 años que se mantuvo activa.

Y luego, el terremoto del 23 de junio de 2020, con epicentro en Pinotepa Nacional terminaron de colapsar otros puntos ubicados en el centro y en el norte de la ciudad zapoteca.

En 2019, la Comisión Estatal del Agua supuestamente rehabilitó un kilómetro de tubería; sin embargo, el proyectó tardó en ejecutarse dos años y pese a una inversión de 22 millones de pesos, la obra colapsó meses después de su inauguración.

En junio de ese año, aproximadamente 3 mil habitantes de la parte sur -cuarta, quinta y séptima sección- de la ciudad de Juchitán denunciaron la inundación de aguas negras en sus calles tras el paso de una serie de lluvias provocadas por fenómenos hidrometeorológicos.

Aquellas lluvias, evidenciaron diversas anomalías en una rehabilitación de la red de drenaje financiada por la CEA y otorgada a una empresa denominada Consultora de la Cuenca por 22 millones de pesos.

La obra se efectuó en una longitud de un kilómetro, comenzó en 2019 y concluyó a principio de 2021, en la que supuestamente se introdujeron tuberías de 1 metro con dos centímetros de diámetro, además de construcción de pozos de visita con una profundidad de 4 a 5 metros.

Sin embargo, seis meses después de la conclusión, las fuertes precipitaciones terminaron por provocar la apertura de un socavón y el colapso de la tubería.

A pesar de que la CEA y la empresa responsable remediaron el problema, en la actualidad, el drenaje de Juchitán continúa colapsado, con decenas de colonias anegadas por aguas negras.

Agua potable de Oaxaca se pierde en fugas

Mientras tanto, el 100 por ciento de la red de agua potable del Centro Histórico de la ciudad de Oaxaca y colonias conurbadas se encuentra colapsada, lo que provoca que al menos el 45 por ciento del líquido que bombean los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado (SAPAO) se pierdan en fugas, admitió la propia dependencia en un informe divulgado en 2018.

Este problema se concentra específicamente en el primer cuadro de la capital y los barrios de Xochimilco, Jalatlaco y el ex Marquesado, entre otros asentamientos considerados por la dependencia como “del Oaxaca antiguo”, dónde la distribución del líquido se hace por medio de tubos de asbesto.

SAPAO indicó que son tan deficientes las condiciones que prevalecen en esas zonas que al momento de que se realizan excavaciones y el aire toca los conductos de cemento éstos se desmoronan, pues datan de hace más de 50 años.

“La vida útil que se estima para ese tipo de tuberías en condiciones óptimas puede ser de hasta 30 años; estamos hablando que esa tubería se construyó hace más de 50 años.

“Cualquier trabajo que se realice: de pavimentación, repavimentación o construcción de alguna obra, siempre debilitará la estructura de esas tuberías; ahora, mientras no las toquemos, ahí están, con las deficiencias, pero trabajando”, dijo un especialista del organismo consultado al respecto.

Además, admitió que aquellas condiciones se suman a la saturación de ferromanganeso que registran los tubos, lo que vuelve más deficiente el servicio que reciben los usuarios:

“Lo que era un diámetro nominal de tres pulgadas (por el que viajaba el agua) ahora es de media pulgada”.

“La segunda parte que tenemos es que al ser una tubería rígida, (debido a) los movimientos telúricos (de los últimos 50 años), existen fisuras…”.

El funcionario explicó: “Cuando mandamos el agua, la fuga (subterránea) se presenta y empieza a salir y a salir el agua; cuando (el líquido) ya va a salir a la calle y la gente lo podría denunciar, se acaba el servicio y la fuga se vuelve a esconder”.

 

–¿Qué porcentaje se fuga?

–Estamos hablando de alrededor del 45 por ciento de lo que se produce-

–¿Qué porcentaje de la tubería de asbesto presenta fugas?

Básicamente es el 100 por ciento; lo que necesitamos es sustituirla.

No obstante, indicó que la dependencia no cuenta con ningún proyecto para realizar el cambio de la red hidráulica, toda vez que se requeriría de una inversión de entre 500 millones y mil millones de pesos.

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