El mundo va a colapsar, de nada sirve que lloremos: aprendiendo a valer… con Axel Catalán 

Rodrigo Islas Brito

“El amor es una palabra que nos inventamos”, comenta el joven y no tan joven cantautor moreliano, Axel Catalán, en su primera visita sonora a Oaxaca capital. Ya en el escenario se quita la camisa, se faja la guitarra y empieza a cantar una tonadita que dice que si “las cosas van a valer verga pues que valgan bien”, así tal cual lo manifestó Axel. Tres chavas que se contorsionan con el ritmo comentan que a lo mejor aquel sería un buen himno de batalla para estos tiempos pandémicos coronaviricus.

“Uso groserías, pero trato de no abusar”, declara más temprano esa noche, él mismo que asegura cantando que no quiere estar entre negro y blanco porque va a enloquecer, que habla de creer en el amor enfermo o en el amor entre familia que se acaba odiando, como lo cita en su rola “Los amantes”, en la que tácitamente da cuenta de cómo sus padres que un día se quisieron tanto ahora ya no se pueden ni mirar.

Considerado como uno de los compositores más indomables y dolorosamente articulados del actual escenario musical indie mexicano, Axel (quien afirma en el escenario del Dama Juana oaxaqueño que su nombre de pila es José Luis aunque de eso no se encuentra indicios por ningún lado) se pronuncia como una persona que se enamora muy fácil y que cree más en el deseo que en el amor

“El amor es una etiqueta para que comercialmente todo funcione. El deseo en cambio es carnal, instintivo”, resume el mismo que a mediados del 88 vino al mundo a descubrir el lodo. De su primera vez en Oaxaca, el michoacano radicado en la Ciudad de México que ha llegado finalmente a esta entidad haciendo dueto con el ensamble argentino mexicano “La era de Gómez”, comenta que entre él y sus socios costearon este primer acercamiento. “No hay tantos promotores en Oaxaca”, apunta.

Dice que lo que hace rock independiente del que no sabe cuál es la definición. “Usualmente toco más en el norte del país, pero con el internet y los streaming puedes llegar a cualquier lado, expandir mi trabajo y poder conocer más a las personas que me escuchan es ya mi verdadera ganancia”, declara. Comparte que el concepto amargo, lirico y pluri rítmico de Axel Catalán se fue cocinando por tiempos

El artista subió por primera vez a cantar a un escenario a los 24 años, ahora tiene 31. “De cuatro años para acá es que me está funcionando más. Puedo decir que he podido conocer a más personas y conocer un auditorio más amplio”, agrega el intérprete.

De la alineación de los Axel Catalán y los Sin Futuro con la que empezó a descollar en You Tube con videos y canciones que ya van por las más de 900 mil reproducciones, conformada por su hermano Carlos Catalán (batería), Cuauhtli García (bajo) y el propi Axel en la voz y guitarra, el entrevistado indica que por “cuestiones personales y de muchas cosas decidieron no seguir tocando juntos.

“Sin futuro, como colectivo michoacano, sigue adelante. Son cuatro bandas: El Negro, Fracaso Hippie, Expedición Humbolt y Roncha”, informa. Se le comenta que su rola Perro Viejo, que habla de que a los viejos tocados nadie les va a aguantar que se sigan robando los tragos, puede resultar en una descripción verdaderamente multigeneracional. Catalán observa que esto viene de su gusto por “esas cosas cotidianas que tarde que temprano van a pasar”.

“Perro viejo es una crítica a muchas cosas, hecha en momentos en los que a la banda le gustaba ser más introspectiva y llevar las cosas en otro nivel. Así que cuando empecé a escribir cosas para cantarlas procuré mantenerme directo y visceral”, explica Axel.

Acepta que sus rolas son un poco como su autobiografía. “Sucede que muchas personas se sienten identificadas con ellas”, apunta el compositor sobre letras que hablan de que ya no hay nada que agregar pues ha quedado todo dicho

Sobre llegar a las estrellas cuando ni siquiera crees en ellas, sobre cómo hacer un plan para cuando el tiempo se vuelva a escapar, de llenarse de confianza en los defectos y aullar con tus manadas, Catalán dice que sus letras va sobre saber aprovechar el cómo se siente en el momento que lo siente y expresarlo en su momento.

Sobre eso de valer verga bien, Axel explica que a muchos músicos les pasa que cuando mejor escriben es cuando peor están. “A veces me pasa igual”, comparte sobre como soltar felicidad, tristeza y ansiedad y volverlas un trabuco. Sobre cómo expresarlas sin tratar de adornarlas, solo diciéndolas suave y fuerte como relato de lo que te está pasando.

“Últimamente gente mucho más joven que yo está haciendo ese tipo de cosas. Hay un movimiento de red folk muy crudon (folk suavesón) actualmente en México. De gente hablando de lo que siente que no trata de usar mascaras-Mucho en la onda de lo que hizo Rockdrigo González o más recientemente Juan Cireroll, quien a pesar de los problemas que tuvo fue un pionero en llamar a las cosas por su nombre”, apuntala Axel Catalán.

Se le comenta sobre el tema de Ed Maverick, cantautor pop folk rock chihuahuense de 19 años, amado en You Tube y vilipendiado en Twitter por su excesiva suavidad, por canciones que resultan demasiado bonitas, registro frente al que catalán parece apuntarle mucho más a la irreverencia

“Es amigo, es camarada, es mucho más joven que yo. Le llevo más de diez años, un saludo para Maverick. Él tiene una forma sencilla de decir las cosas que le ha funcionado muy bien, mis experiencias son distintas y también mi forma de hablar. Me llevo bien con esa pandilla, me da gusto que esté progresando esta especie de folk mexicano, pero también me siento como un individuo muy aparte, la verdad”, considera el entrevistado.

Dice que la irreverencia es parte de su vida que todos tenemos un vértice lleno de tierra. “Tengo mi lado obscuro”, dice Axel por si aún quedaban dudas. Comenta que por ahí tiene una canción llamada Porno que habla de masturbarse cuando a la gente no le gusta hablar de eso. “Lo siento lo más natural no sé si el INEGI tenga estadísticas sobre eso, pero creo que el ochenta por ciento de mundo se la jala”, aquilata.

Ahora se pasa al tema del cantautor sonorense Caloncho, bastante exitosos con su rock pop aspiracional buena vibra para millenials y postmillenials. “A lo mejor con eso es lo que hay que venir a romper”, le dice el reportero a un Catalán con cara de sospecha de que lo quieren poner a echar trancazos.

“No se trata de romper nada. Se trata de encontrar lo que tú quieres hacer y darle chance a los demás de que hagan lo que quieran y si les funciona a todo bien. En vez de andarse peleando se trata de hacer sinergia también con los demás”, declara el cantante

“Te pierdes de muchas cosas si te encierras en decir, es que yo soy esto y no me gusta esto otro. No le hayo mucho caso a hacer eso”, comenta el guitarrista, a lo que asegura que en su repertorio de calaveras que no nos puedan llevar sin haber amado primero, también tiene canciones sociales pues las considera una “buena forma de hacer transformación”.

“Sin embargo, hay que ser prudente y certero en lo que se habla y se reclama. No se trata de hacer ruido porque si”, explica Axel. De los movimientos de mujeres que hoy marchan por el país exigiendo un alto a la barbarie de un México machin y feminicida donde el amor romántico mata, Catalán considera que “la de las mujeres es una revolución muy diferente a cuestiones de amor o de pareja”.

“Es una revolución social y al mando están ellas. Para mí hablar sobre eso es como preguntar como tienen que decirte algo que aun ni siquiera entiendes”, comenta Axel, quien mira que en la música independiente en México las mujeres se están abriendo más espacios, aunque aún hay mucho que avanzar.

Comenta tocar mayoritariamente con hombres y que nunca falta el comentario de un tipo que dice que una mujer tocando un instrumento es poco atractivo. “Hay que ir contra eso, transformarlo”, apunta.

“En el tema de la Revolución de las mujeres todos queremos dar nuestra opinión solo porque siempre queremos dar nuestra opinión sobre todo. Pero al final es mucho de ver, aprender y usar eso como base para ser mejores”, considera Axel Catalán.

De su futuro en la música dice que este va mucho sobre machetearle mucho y disciplinarse para llegar a cualquier lado con su música mezcla de sonidos lo-fi y letras directas y naturalmente torcidas. Dos horas más tarde, Catalán ya está cantando que agradece por un día más en medio de un apocalipsis romántico en el que el mundo va a colapsar donde ya de nada sirve que lloremos. Mujeres y hombres que lo escuchan, corean y aplauden, parecen estar de acuerdo.