Álvaro Morales

En cuatro años con nueve meses, el gobierno de Oaxaca, que encabeza el priista Alejandro Murat Hinojosa, recibió y gastó recursos públicos por el orden de los 405 mil 866 millones de pesos –casi medio billón de pesos--, sin que ello se haya visto reflejado en mejoras al interior del sector salud estatal, sumido en una crisis sin precedentes con decenas de unidades médicas colapsadas o semicolapsadas por falta de personal, insumos y medicinas, o en la realización de proyectos de infraestructura pública de gran calado.

La administración pública estatal dispuso de esa cantidad de recursos gracias a que sus presupuestos anuales sufrieron incrementos de más de 20 por ciento, lo que, a su vez, se tradujo en la recepción de 69 mil 78 millones de pesos que no habían sido contemplados en las leyes de ingresos de 2017, 2018, 2019, 2020 y 2021, según reportes de las cuentas públicas consultados por Agenda CIO.

Aquellos 69 mil 78 millones de pesos en montos extraordinarios cobrados por el Poder Ejecutivo equivalen a todo el presupuesto que recibió Oaxaca durante 2016 (70 mil 440 millones de pesos), el último año de la gestión de Gabino Cué Monteagudo, antecesor de Alejandro Murat.

Los dineros excedentes llegaron a las arcas estatales por medio de recursos no contemplados, pero enviados a Oaxaca por parte de la Federación, el cobro de impuestos locales no estimado en la Ley de Ingresos o, finalmente, a través de la solicitud de deuda con la banca pública o privada.

Las cuentas públicas consultadas por este medio precisan que durante 2017, el primer año de la actual administración, la Secretaría de Finanzas estatal previó en la Ley de Ingresos la recepción anual de 62 mil 219 millones de pesos; sin embargo, en la conclusión del periodo, terminó por recibir 77 mil 765 millones de pesos, un incremento de 15 mil 545 millones de pesos.

Durante el periodo siguiente, en 2018, la misma entidad gubernamental calculó la recepción de 67 mil 19 millones de pesos, una previsualización que volvió a quedar corta, pues en la conclusión del ejercicio terminaron por llegar a las arcas locales un total de 89 mil 956 millones de pesos, una diferencia de 22 mil 936 millones de pesos.

En 2019, resaltan los documentos, Finanzas estimó que la administración pública recibiría 74 mil 84 millones de pesos, pero, nuevamente, los cálculos fueron erráticos y al término de los 12 meses llegaron al estado 86 mil 570 millones de pesos, 12 mil millones de pesos por arriba de lo establecido.

En 2020, el primer año de la pandemia de Covid 19, los recursos públicos anuales fueron calculados en 76 mil 689 millones de pesos, pero terminaron por ascender a 94 mil 63 millones de pesos, 17 mil 374 millones de pesos más de los preestablecido.

Finalmente, durante los primeros nueve meses de 2021, el gobierno de Oaxaca había obtenido 57 mil 510 millones de pesos de recursos federales y estatales, 735 millones de pesos más de lo previsto.

De acuerdo con la información obtenida, las dependencia que más recursos ha recibido durante los cinco años que han transcurrido de la actual administración es el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), con 120 mil 657 millones de pesos, un monto que en más del 90 por ciento se distribuye en la nómina del magisterio.

26 mil 866 mdp a los SSO, y aun así están colapsados

La segunda dependencia que más dineros públicos ha obtenido en cuatro años con nueve meses, fueron los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO), con recursos ministrados y ejercidos por 26 mil 866 millones de pesos.

El presupuesto cobrado por aquella dependencia se divide de la siguiente forma: 4 mil 454 millones de pesos en 2017; 5 mil 163 millones de pesos en 2018; 5 mil 709 millones de pesos en 2019; 6 mil 707 millones de pesos en 2020 y durante los primeros nueve meses de 2021 un total de 4 mil 833 millones de pesos.

A pesar de tales montos, los SSO permanecen sumidos en una presunta crisis financiera por la que la dependencia ha incumplido con el pago a proveedores y empleados y ha incurrido en el desvío de más de 5 mil millones de pesos de las aportaciones de los trabajadores.

De hecho, en septiembre pasado, la dependencia anunció el despido de más de 2 mil trabajadores, principalmente médicos y enfermeras, con el argumento de que carecía de los recursos para hacer frente al pago de sus salarios. Tal determinación se tradujo en que varios hospitales entraran en crisis y cerraran áreas como la unidad de cuidados intensivos y áreas especializadas en atención oncológica, mientras que otros sectores operan con limitaciones de personal.

La tercera dependencia que más recursos captó durante los primeros cuatro años y nueve meses fue la Secretaría de Seguridad Pública, con un total de 6 mil 614 millones de pesos y la Secretaría de las Infraestructuras, con un total de 6 mil 23 millones de pesos.

DIF estatal, el consentido; ampliaciones por más de 400%

Resalta el caso del DIF Oaxaca, una institución que a pesar de no ser pieza elemental en el organigrama gubernamental, a cargo de Ivette Morán de Murat, esposa del gobernador Alejandro Murat, aumentó sus presupuesto en más de 400 por ciento.

En 2017, la dependencia tenía programado recibir recursos por 266.3 millones de pesos, pero terminó por ejercer mil 174 millones de pesos, 4.4 veces más de ampliación presupuestal; en 2018, le fue otorgado un presupuesto inicial de 292.1 millones de pesos, pero gastó mil 333 millones de pesos; en 2019, el monto inicial era de 280.3 millones de pesos, pero éste finalizó en mil 419 millones de pesos y, en 2020, la cantidad fijada había sido de 298,.7 millones de pesos, pero se incrementó a mil 479 millones de pesos.

Durante los primeros nueve meses de 2021, aquella entidad ejerció 473.4 millones de pesos, 250 millones de pesos más de lo que le había sido autorizado a comienzos del ejercicio.

En cinco años del gobierno de Murat, el DIF tuvo que haber ejercido mil 361 millones de pesos; sin embargo, gracias a los aumentos presupuestales autorizados por la Secretaría de Finanzas terminó por ejercer 5 mil 878 millones de pesos, 470 por ciento más recursos.