CARGANDO

Escribe para buscar

Agenda CIO

Entre violencia y tratos denigrantes, así conviven las reclusas con sus hijos en Oaxaca

Compartir

Álvaro Morales

Sin acceso a la salud y menos a la educación… en medio, muchas veces, de violencia, los centros penitenciarios de Oaxaca no sólo carecen de las medidas estructurales mínimas para albergar a mujeres madres con sus hijos sino que ponen en riesgo la integridad de los menores, acusó la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).

A través del Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2019 y el Informe Especial Sobre las Condiciones de Hijos e Hijas de Mujeres Reclusas 2016, el órgano autónomo federal reportó que de los 362 menores de edad que hasta 2019 habitaban con sus madres en cárceles de todo el país, nueve correspondían a niños de entre cero y seis años detectados en la entidad oaxaqueña, ocho en el Centro de Reinserción Social Femenil de San Francisco Tanivet, Tlacolula, y uno más en el reclusorio de Santo Domingo Tehuantepec, en la región del Istmo.

El documento, sin embargo, resaltó que aquellos infantes y sus madres carecían de entornos dignos que garantizaran su acceso a los estándares mínimos de seguridad y desarollo y, como ejemplo, resaltó que los menores y sus progenitoras que se encuentran en el penal de Tanivet, en los Valles Centrales, deben prácticamente coexistir sin separación con reclusos que padecen de sus facultades mentales.

Convivencia de madres e hijos con enfermos mentales 

En ese sentido, el Informe Especial Sobre las Condiciones de Hijos e Hijas de Mujeres Reclusas publicado en noviembre de 2016, precisó que en 66 centros penitenciarios del país analizados, incluido otra vez el de Tanivet, no existe una adecuada clasificación de las reclusas, y se observa que en 13 establecimientos no hay separación entre hombres y mujeres en áreas comunes.

Agregó que uno de los casos más preocupantes fue hallado en el Centro de Internamiento Femenil de Tanivet, donde en el espacio que antes estaba destinado a mujeres con hijas e hijos, se llevó a cabo una modificación para albergar al pabellón psiquiátrico varonil, dividido únicamente por una malla ciclónica, “lo que representa un riesgo constante para los menores de edad que ahí habitan”.  

Condiciones indignas 

A aquella fallada detectada en 2019, se sumó una más que prevalecía desde 2016 y que colocaba al penal de Tanivet como una de las 51 cárceles con mayores deficiencias en el otorgamiento de servicio médico, educación inicial y educación preescolar para las reclusas y sus hijos.

“Entre los servicios de salud que se consideran debe tener la población infantil, se encuentra la atención de médicos pediatras, vacunación, servicios dentales y psicólogo infantil; no obstante, en la mayoría de los casos, sólo se cuenta con atención médica general, sin la de un especialista en pediatría, siendo los mismos médicos que atienden a las internas”, criticó la CNDH.

El organismo añadió que en el penal de Tanivet las instalaciones médicas exclusivas para los niños no existen, por lo que se les atiende en consultorios destinados para personas adultas, bajo limitación de medicamentos incluso para tratar las enfermedades más comunes (gastrointestinales, respiratorias y de la piel), lo cual se agrava si se toma en cuenta que la conservación de la salud infantil requiere medicamentos específicos y de mayor cuidado.

“En la Regla 28 de las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos ‘Reglas Mandela’, se dispone que en “los establecimientos penitenciarios para mujeres habrá instalaciones especiales para el cuidado y tratamiento de las reclusas durante su embarazo, así como durante el parto e inmediatamente después, y se señaló el derecho a recibir atención de salud orientada a la mujer y sus hijos”.  

 

 

Al igual que en otros puntos de internamiento, en Oaxaca las mujeres refirieron que no se les proporcionaba alimentación especial a los menores que viven con ellas, además de que los alimentos son de mala calidad e insuficientes.

Asimismo, acusaron que se les restringía el ingreso de alimentos para sus hijos, como es el caso de frutas, leche en polvo y alimentos varios dirigidos a bebés.

“Esta limitación ya había sido detectada y reportada por este Organismo Nacional, tanto en los Informes Especiales de 2013 y 2015, como en las Recomendaciones Generales 3/2002 y 18/2010, observándose como una constante también en los Diagnósticos anuales emitidos por este Organismo Autónomo”, abundó la CNDH.

Otros de los rubros en el que el penal de Tanivet fue en Condiciones de Gobernabilidad, debido a su insuficiencia de personal de seguridad y custodia, así como en Reinserción Social del Interno, luego de que fueron halladas deficiencias en la integración de los expedientes técnico-jurídicos, así como Insuficiencia o Inexistencia de Actividades Laborales y de Capacitación.

Por si fuera poco, el penal de Tanivet también registro observaciones en el rubro Grupo de Internas con Requerimientos Específicos debido a la insuficiencia en los programas para la prevención de adicciones y desintoxicación voluntaria. 

Un caso peor 

Finalmente, en lo que respecta al penal de Santo Domingo Tehuantepec, el otro centro de reincersión que reportaba la existencia de una madre con su hijo en su interior, la CNDH le otorgó peores calificaciones que al de San Francisco Tanivet.

El documento señaló que el reclusorio reportaba múltiples anomalías como deficiente separación entre hombres y mujeres, deficientes condiciones materiales e higiene de instalaciones para alojar a las personas privadas de la libertad, además de inexistencia o deficientes condiciones materiales e higiene del área médica y deficiencias en la alimentación. 

 

También, insuficiencia de personal de seguridad y custodia, deficiencias en el procedimiento para la imposición de las sanciones disciplinarias, presencia de actividades ilícitas y cobros, insuficiencia o inexistencia de actividades laborales y de capacitación, deficiencia en la atención a mujeres y/o personas menores de edad que vivan con ellas y, finalmente, insuficiencia en los programas para la prevención de adicciones y desintoxicación voluntaria.

Deja un comentario

Your email address will not be published. Required fields are marked *

error: ¡El contenido está protegido!