EUA y México, en un nuevo esquema de cooperación para el arresto de narcopolíticos
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Rodrigo Islas Brito
La detención hace cinco días en Texas del exsecretario de seguridad pública durante el gobierno de Felipe Calderón, el antiguo super policía, Genaro García Luna, forma parte y confirma la existencia de un nuevo esquema de cooperación total entre el gobierno del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y el gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump , en lo respectivo al combate al narcotráfico y las redes de protección y corrupción política que han protegido a los cárteles de la droga en México.
Esto según lo investigado por el columnista Salvador García Soto, quien en su columna Serpientes y Escaleras ha revelado que hace unas semanas, cuando las autoridades financieras estadounidenses realizaban una búsqueda de cuentas y movimientos financieros de los hijos de la ex primera dama Martha Sahagún, el nombre de Genaro García Luna apareció vinculado a una de las cuentas de los jóvenes Bibriesca Sahagún, y fue así que al seguir los rastros bancarios y financieros, dieron con varias cuentas a nombre del exsecretario de Seguridad Pública de México, cuyos saldos suman 87 millones de dólares.
García Soto da cuenta de que fue el gobierno del presidente López Obrador el que decidió utilizar el caso como el parteaguas de lo que vendrá, en el que repasar y revisar la corrupción y la narcopolítica de los sexenios pasados al parecer se impondrá como una constante, cuestión que podrá tener fuertes repercusiones para los tres gobiernos anteriores en México: el de Vicente Fox Quesada, el de Felipe Calderón y el de Enrique Peña Nieto.
El periodista y analista, el mismo que expusiera las cuentas millonarias en el extranjero del exmagistrado Eduardo Medina Mora, que llevarán a que este finalmente renunciara a su puesto en el Suprema Corte de Justicia de la Nación, aunque por ley aun le quedarán varios años en el cargo, clarifica que hoy entre México y Estados Unidos persiste un esquema de cooperación que, más que poner el énfasis en la tecnología, armamento o recursos financieros por parte de Estados Unidos, que al parecer no dejarán de fluir, se enfoca más en la información de inteligencia y el uso de los aparatos de justicia y de rastreo financiero del país vecino para documentar casos de narcopolítica y de corrupción en México.
Hoy mientras García Luna espera en una cárcel texana ser extraditado a Nueva York donde será juzgado por el mismos juez que presidió el juicio contra Joaquín el Chapo Guzmán, que al final condenó al capo a prisión perpetua y reveló los testimonios que responsabilizaron a Luna de haber recibido hasta seis millones de dólares de sobornos por parte del Cartel de Sinaloa, la inocencia del expresidente Felipe Calderón , quien se dice tan sorprendido como todos los mexicanos por las acusaciones contra su hombre de confianza en la guerra contra el narco, se pone cada vez más en entredicho.
Como el testimonio del excomisario de la Policía Federal División Caminos, Javier Herrera Valles, quien acusó al expresidente Calderón Hinojosa de conocer los presuntos vínculos de su secretario de Seguridad, Genaro García Luna, con el crimen organizado, quien afirma haberle enviado dos cartas a presidente de México del 2006 al 2012, donde acusaba al exsecretario de nepotismo, así como de colocar a personajes reprobados en exámenes de control de confianza en puestos clave.
“La famosa guerra contra la delincuencia organizada era realmente una simulación, no era nada serio, defendía a un cartel, la violencia extrema la tenemos gracias a este personaje, al atacar a un cartel y proteger a otro”, definió el expolicía Herrera Valles sobre los procederes del hoy preso Genaro García Luna, y del aun libre, Felipe Calderón Hinojosa.