IMPUNIDAD Y JUSTICIA
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LECCIONES CONSTITUCIONALES…
Marco Antonio Baños Avendaño
Tengo la misión de invocar la justicia ante la impunidad. Los que defraudaron las arcas del estado merecen castigo, los que se hicieron millonarios la confiscación, los que defraudaron la confianza popular castigo, los que hicieron riquezas de nuestro erario estatal, ser buscados como criminales de alta delincuencia.
¿Qué le espera al estado de Oaxaca tras la impunidad existente? Que se haga justicia, bien, ¿Y qué es la justicia si los expedientes no tienen formalidades del procedimiento, si los delitos castigables se hacen después de 10 años, si la justicia no apremia a la víctima?
Debemos pensar en cumplir las normas, pero ¿podemos pensar en hacer justicia mediante las instituciones, no por propia mano?, pero ¿debemos darle cauce a los procedimientos olvidados de un régimen que un sexenio destrozó y despedazó las arcas públicas?
Creo que es un tema inolvidable, las millonarias cantidades de dinero robados no merecen perdón ni olvido. En Oaxaca aún existe la simulación de actos jurídicos, el ocultamiento de documentos públicos a particulares, el llamado fraude fiscal calificado, el fraude fiscal en evasión de impuestos por simulación de actos y de contratos públicos, la omisión en el pago obra pública, delitos que conllevan a pensar que las instituciones son débiles por no tener presupuesto para pagarle a quienes hicieron trabajos de obra pública y no se respetaron sus lineamientos de pago.
El fraude cometido por servidores públicos es un delito, existe impunidad cuando no se les paga a contratistas que hicieron obras en el sexenio anterior y dejaron de pagarles la obra terminada, existe impunidad cuando los ciudadanos visualizan hospitales nuevos en la Colonia Reforma por citar un ejemplo, de ex secretarios que hoy tal vez vivan en Suiza o Bélgica para evadir su responsabilidad administrativa y penal.
Existe injusticia cuando no es visible la cantidad de expedientes que deben ser públicos en total apoyo a la transparencia pública, a la gestión gubernamental para solucionar conflictos contra quienes perpetraron las arcas públicas contra la voluntad popular.
Existe impunidad cuando la autoridad no castiga al verdadero delincuente, a quien comete feminicidio, a quien lucra con el trabajo de la niñez, existe impunidad cuando la ley no se aplica a quien prostituye mujeres, existe impunidad cuando solamente, después de diez años, se hace justicia en expedientes penales.
La gran idea de Justicia no existe sino en voz de quienes la prometen y la promulgan en leyes, la justicia es un ideal y un compromiso a cumplir.
La cultura patriarcal debe desaparecer para que los feminicidios terminen en nuestro Estado de Oaxaca, debemos construir la cuota 50/50 para que las mujeres puedan acceder al poder y permitir la igualdad de género en nuestras vidas.
Los agresores no se castigan, los expedientes no se resuelven, las faltas administrativas de millones de pesos no se sancionan penalmente, los desvíos de recursos tienen la misma fuente de investigación, las cifras en aumento de la criminalidad suben hasta ser casi del mismo nivel que los recursos que se necesitan para solucionar los problemas, estamos en la bancarrota de las instituciones.
Combatir la impunidad es procurar justicia, combatir la ineptitud es procurar a los mejor preparados a los cargos públicos, combatir la corrupción es tarea de mandatarios, combatir las faltas a las costumbres públicas es darle a los partidos políticos la llave de entrada para regular nuestra actitud ética hacia las costumbres mal planteadas.
Oaxaca tiene en su destino, combatir todo, la corrupción, la falta de cumplimiento a la ley, a la Constitución por sus actores nuevos en la administración pública, Oaxaca merece estar en la lista de los estados de la República que no tengan problemas de corrupción o desvío de fondos públicos en sus municipios.
El gobierno anterior y sus flamantes hombres de confianza, no han sido sancionados, los que se enriquecieron a costa del estómago de los oaxaqueños siguen impunes, quienes defraudaron al estado, quienes hicieron ganancias jugosas por licencias de todo tipo siguen en la impunidad, quienes engañaron con sus discursos demagógicos más tarde querrán bañarse de pueblo con fotografías inútiles, dado que el pueblo los conoce bien, no tienen cabida en una sociedad que les abrió las puertas, una sociedad oaxaqueña que abrió su corazón para no ser nuevamente engañado.
Oaxaca merece salir del desencanto de la impunidad, de la gran decepción de quienes dejaron las arcas públicas en banca rota, de quienes hicieron de nuestras instituciones el banco para acumular sus riquezas. Oaxaca merece que se le haga justicia. No es lícito dar a la sociedad discursos de transparencia por desfalcos de otros, sin que se castigue a los delincuentes que robaron a manos llenas al estado de Oaxaca.
La gobernabilidad, el respeto a la autoridad, a las instituciones gubernamentales ha ido mermando por estos vicios que solamente pueden ser solucionados por la misma autoridad que da concesiones, que licita, que contrata, que únicamente necesita servir al pueblo de tal forma que sea integral su servicio respecto de la ley y de la publicidad de sus acciones.
Oaxaca merece tener gobernabilidad, servicio, honradez de sus titulares, no desviar las arcas públicas, no enriquecerse con los cargos públicos, merece aplicar la justicia en sus instituciones. Oaxaca merece grandeza, merece certidumbre de la ley y la Constitución, si este objetivo se logra, viviremos 6 años más sin IMPUNIDAD y por supuesto, con JUSTICIA, que es un concepto demasiado elevado para nuestro tiempo.