La Secretaría de Salud de Puebla da un ultimátum a Marilyn Cote para demostrar que es médica
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EL PAÍS
La Secretaría de Salud de Puebla ha anunciado este lunes que la abogada, que ha estado ejerciendo como psiquiatra, tiene hasta el jueves para entregar la documentación que prueba que ella es médica y que “cuenta con todo lo que se requiere para el funcionamiento del consultorio”. En caso de que no lo haga, Araceli Soria, titular de la dependencia, ha anunciado que “se tomarán sanciones administrativas, multas, o arrestos de 36 horas”: “Eso dependerá del resultado de lo que se obtenga de la investigación con la Dirección de Protección contra Riesgos Sanitarios (DPRIS) y la Cofepris, que van de la mano”.
La dependencia estatal clausuró el pasado jueves el consultorio en el que Marilyn Cote recibía a pacientes y daba atención psicológica y psiquiátrica, situado en las Torres Médicas Angelópolis, en la ciudad de Puebla. La DPRIS anunció que en esa primera visita se confirmó que Cote —que es de formación abogada, criminalista y cuenta con una maestría en psicología clínica— “no contaba con aviso de funcionamiento, licencia sanitaria, ni título y cédula que permita ejercer la consulta médica”. Tampoco su personal contaba con certificación académica. La medida de las autoridades fue cerrarlo por “las irregularidades, hasta que se acredite que es seguro para las y los pacientes”.
Por su parte, la Fiscalía de Puebla explicó el viernes que hasta el momento no se había presentado ninguna denuncia por parte de pacientes. “Sin embargo, a raíz de las notas periodísticas, iniciamos un expediente de atención temprana por si a la postre hubiese alguna denuncia de alguna persona que estuviese agraviada, podría tener un antecedente”, informó José Alan Villegas, fiscal de Investigación Metropolitana de Puebla.
Marilyn Cote se hacía pasar por doctora en neurociencia, neuropsiquiatría y neuropsicología. En su consultorio tenía colocados varios títulos falsos, entre ellos que había sido directora del centro de desórdenes mentales de la Universidad de Oslo (en Noruega) o que había sido galardonada en 2019 por la revista Forbes como “la mejor experta en desórdenes mentales de Países Bajos”. Ella se presentaba en sus redes sociales y en reportajes pagados a varias publicaciones como “la mejor especialista en Estados Unidos y Países Bajos”; además afirmada que se había formado con el FBI, en la Unidad de Análisis de Conducta, y que había recibido varios premios “por haber creado a nivel mundial y patentado en 2012 los indicadores más frecuentes para la Perfilación Criminal en el Test de Rorschach”.
A partir de todo este contenido creado por ella misma —en imágenes falsificadas y photoshopeadas—, impartía consulta para pacientes que sufrieran desde ansiedad y depresión hasta esquizofrenia. Además se anunciaba como experta en “trastorno obsesivo compulsivo, narcisismo, bipolaridad de todos los tipos, epilepsia, narcisismo maligno (hay demasiado) y psicopatía maligna”. Prometía curar la depresión “en seis o siete días” y la ansiedad en “tres o cuatro”.
La abogada repartía recetas para medicamentos antipsicóticos controlados, como Q-Mind utilizado para la esquizofrenia, y de otros que tratan trastornos depresivos mayores, como Neupax y Kastandi. En esos recetarios, Cote firmaba con tres números de cédula profesional que no le pertenecían, como si fuera médica cirujana, médica psiquiatra y psicóloga clínica. Ahora tiene hasta el jueves para demostrarlo.