Las siestas mantienen a raya la hipertensión
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Una nuevan investigación ha revelado que las personas que duermen la siesta al mediodía son más propensas a que su nivel de presión arterial descienda, en comparación con aquellos que prescinden de ese descanso.
El estudio, que será presentado en la 68ª Sesión Científica Anual del Colegio Estadounidense de Cardiología (ACC), apunta a que las siestas pueden tener más efectos que reiniciar nuestro nivel de energía o mejorar nuestro estado de ánimo. De hecho, sitúa sus efectos al mismo nivel que otros hábitos relacionados con el cuidado de la hipertensión y que algunos medicamentos.
La Sesión Científica Anual del ACC se llevará a cabo del 16 al 18 de marzo de 2019, en Nueva Orleans, y reunirá a cardiólogos y especialistas cardiovasculares de todo el mundo para compartir los últimos descubrimientos en materia de tratamiento y prevención.
La hipertensión suele catalogarse como una enfermedad silenciosa. Casi la mitad de los adultos estadounidenses tienen presión arterial alta, y muchos no lo saben porque, a menudo, no hay signos ni síntomas. Con el tiempo, la presión arterial alta aumenta el riesgo de sufrir un ataque cardíaco o accidentes cerebrovasculares.
Dieta, ejercicio y descanso
“La reducción de la sal y el alcohol puede disminuir los niveles de presión arterial entre 3 y 5 milímetros de mercurio (mmHg)”, explica en un comunicado el doctor Manolis Kallistratos, cardiólogo del Hospital General Asklepieion en Voula, Grecia. El también coautor del estudio, añade que la medicación antihipertensiva en dosis bajas generalmente disminuye los niveles de presión arterial entre 5 y 7 mmHg de media.
En el estudio, una siesta durante el día se asoció con una caída promedio de 5 mmHg en la presión arterial, lo que, según los investigadores, está a la par con lo que se esperaría de otras medidas conocidas que se aconsejan tomar para disminuir la presión arterial. Además, por cada 60 minutos de sueño diurno, la presión arterial sistólica diaria promedio disminuyó en 3 mmHg.
“Estos hallazgos son importantes porque una caída en la presión arterial tan pequeña como 2 mmHg puede reducir el riesgo de sufrir accidentes cardiovasculares, como un ataque al corazón, hasta en un 10 por ciento”, señala Kallistratos. “Según nuestros hallazgos, si alguien tiene el lujo de poder dormir una siesta durante el día, también puede tener beneficios para la presión arterial alta. La siesta puede ser adoptada fácilmente y por lo general no cuesta nada”.