Libertad de Lizbeth Victoria Huerta, sinónimo de impunidad en el gobierno de Salomón Jara, afirma familia de Claudia Uruchurtu
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Ivonne Mateo
“Esta sentencia muestra cómo se privilegia la injusticia sobre la verdad, la opacidad sobre el dolor de las víctimas” lamentan Elizabeth y Sara, hermanas de Claudia Uruchurtu Cruz, tras la liberación de la exalcaldesa de Asunción Nochixtlán, Lizbeth Victoria Huerta, implicada en la desaparición y asesinato de la activista.
Huerta, morenista, acusada en un inicio de la autoría intelectual del crimen y posteriormente beneficiada con la reclasificación del delito para disminuir su sanción por “obstrucción de la justicia”, recibió el viernes una resolución de libertad por los ministros de la Sala de Justicia Indígena y Quinta Sala Penal Colegiada del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Oaxaca, Margarita Leonor Gopar Pérez, Luis Enrique Cordero Aguilar y Abraham Isaac Soriano Reyes.
“Sobre la conciencia de la magistrada y magistrados pesará esta decisión que marca la historia de Oaxaca y muestra cómo se privilegia la injusticia sobre la verdad, la opacidad sobre el dolor de las víctimas, la omisión de aplicar los estándares internacionales de derechos humanos sobre una interpretación limitada, en otras palabras, privilegiar favores al Gobernador del Estado, Salomón Jara, y a la 4T, antes que favorecer la justicia”, aseveraron las hermanas Uruchurtu en un comunicado.
En diciembre del 2022, la jueza del Tribunal de Enjuiciamiento, María Teresa Quevedo Sánchez, favoreció a la expresidenta municipal al modificar el fallo inicial en donde se le acusaba de autoría intelectual y terminó adjudicandole solamente el delito de obstrucción de la justicia, con ello disminuyó la pena inicial que alcanzaba hasta los 40 años de prisión. Dos años después, la resolución es confirmada por la magistrada y los magistrados mencionados con anterioridad.
“Qué podíamos esperar de una magistrada que llegó después de ser parte de la Consejería Jurídica de Salomón Jara, de un magistrado que dice contar con una perspectiva pluralista y al no contar con la legitimidad de los pueblos originarios, busca ser premiado con el cargo de ministro después de la reforma al sistema judicial, y finalmente de alguien que llegó a este cargo después de un escándalo por desempeñar dos funciones de manera inconstitucional y vulnerar la paridad de género en el poder judicial”, condenaron las hermanas Uruchurtu.
Las víctimas indirectas de este crimen lamentaron el funcionamiento del Poder Judicial en Oaxaca encabezado por Berenice Ramírez Jiménez.
“Una presidenta que dice defender los derechos de las mujeres, promover las órdenes de protección las 24 horas, los 365 días del año en Oaxaca, cuando no es capaz de garantizar que en el Poder Judicial se administre justicia correctamente a las mujeres que son víctimas de desaparición forzada” expresaron Elizabeth y Sara.
Claudia Uruchurtu fue desaparecida el 26 de marzo del 2021, cuando personal de Lizbeth Victoria Huerta y policías municipales la secuestraron durante una protesta, según las investigaciones integradas por la Fiscalía General del Estado. Las autoridades confirmaron el asesinato de la activista, pero hasta el momento, el cuerpo no ha sido localizado.
“Después de casi 4 años de luchar por alcanzar la justicia por la desaparición de nuestra hermana Claudia Uruchurtu Cruz, nos damos cuenta que esto no es posible en un estado como Oaxaca y en un país como México. Nuestra voz es de enojo e impotencia, porque sabemos que tenemos la razón, también de dolor, porque queríamos un cambio en nuestro estado. Pero a pesar de ello, queremos también decirles al Gobernador del Estado, a la Presidenta del Tribunal, a la magistrada y magistrados, inclusive a la Presidenta de la República, que esto no nos va a detener en nuestra exigencia de verdad, justicia y reparación; seguiremos luchando para acceder a la justicia, ahora desde el ámbito internacional y buscando a nuestra hermana, hasta encontrarla”, concluyeron las hermanas Uruchurtu en su texto.