Muertes de ciclistas se triplicaron en Oaxaca; 70% responsabilidad de transporte público
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II de II Partes
A la lista de actos delictivos que le son atribuidos a concesionarios y conductores del transportes público de Oaxaca, se suman las muertes de peatones y ciclistas provocadas por el irrespeto a las normas de tránsito, a la falta de pericia de los trabajadores del volante y a las nulas sanciones en contra de las empresas por parte de las Secretaría de Movilidad (Semovi).
Durante los últimos ocho años, en Oaxaca han muerto 10 ciclistas víctimas de las lesiones sufridas por atropellamientos de vehículos de motor; de ellos, en siete sucesos estuvieron implicados conductores del servicio público: taxis, autobuses de pasaje y camiones de carga, de acuerdo con un documento hecho llegar por activistas a este medio.
A pesar de que familiares de las víctimas y miembros de organizaciones no gubernamentales han demandado castigo tanto para los autores materiales de los hechos como para las empresas responsables de las unidades y que contrataron a aquel personal, las líneas camioneras y sitios de taxis continúan operando en Oaxaca, a pesar de que reiteradamente se han visto involucradas en otros percances viales con saldo de decenas de lesionados –muchos de ellos con secuelas irreversibles– e incalculables daños materiales.
Agrupaciones como CicloTurixes y la Rodada Nacional por la Vida han reiterado que la falta de castigo en contra de los responsables de los asesinatos de ciclistas es el eje principal que se ha traducido en que ese tipo de homicidios culposos hayan ido al alza durante los últimos años.
Se triplican en Oaxaca muertes de ciclistas
De hecho, en el caso de Oaxaca, el análisis recibido indica que hasta julio pasado, transcurrida la mitad de 2021, el número de ciclistas muertos creció 200 por ciento, al pasar de un caso en promedio cada 12 meses a tres durante los primeros siete meses del periodo actual.
En los casos fatales de este año, agrega el documento, estuvieron involucrados un sitio de taxis (Cuilápam de Guerrero) y un conductor particular que en presunto estado de ebriedad ignoró un filtro sanitario ubicado en el municipio de Mitla, invadió el carril confinado para ciclistas e embistió a dos jóvenes que perecieron en cuestión de minutos.
No obstante, resalta que durante este año se han contabilizado al menos otros cuatro accidentes viales suscitados en la zona metropolitana de la ciudad de Oaxaca, con saldo de cuatro ciclistas y un motociclista lesionados.
En tres de aquellos hechos, abunda, estuvieron involucrados vehículos del transporte público: un autobús de pasajeros de la empresa Autotransportes Monte Albán SA de CV, un taxi foráneo del sitio Seminario A.C. y un taxi de la ciudad de Oaxaca del sitio Olímpico.
El caso restante, por su parte, gira en torno a una mujer oaxaqueña que en agosto de 2021 fue atropellada por un auto de lujo sobre la carretera federal 175, al sur de la zona metropolitana, y cuyo conductor huyó, tal y como sucedió en el acto donde murieron los dos jóvenes ciclistas en Mitla.
Autoridad ignora antecedentes y llamados de auxilio
Los tres casos de muertes y los cinco de ciudadanos gravemente lesionados durante este año, se suscitaron a pesar de la indignación y movilización social provocada por la muerte de la ciclista Gabriela Soto, de 37 años de edad, ocurrida el 18 de diciembre de 2020, bajo las llantas de otra unidad de pasaje; es este caso, un autobús de la empresa Zaachila Yoo SA de CV.
La mujer deportista, integrante del Club Nitos Ciclistas en Movimiento, pedaleaba durante la mañana sobre el bulevar “Margarita Hinojosa de Murat”, en jurisdicción del municipio conurbado de Santa Cruz Xoxocotlán, cuando a la altura de Tabi Xoxo, en carril que comunica a la ciudad de Oaxaca, fue embestida por la unidad de pasaje.
De acuerdo con testigos, Soto conducía sobre el área delimitada exclusivamente para el tránsito de bicicletas, pero aun así fue golpeada por el autobús, cuyo conductor carrereaba con otro vehículo de la misma empresa e invadió la zona acotada.
El primer golpe provocó que la mujer perdiera el equilibrio, cayera sobre el pavimento y que las dos llantas traseras del camión pasaran sobre su humanidad; perdió la vida en el lugar en cuestión de minutos.
Las testimoniales recabadas por diversos medios de comunicación, afirmaron que suscitado el percance, el chofer de la unidad avanzó aproximadamente 50 metros y luego huyó a bordo de otro autobús de la misma empresa; al parecer, el mismo con el que carrereaba.
Luego, la familia denunció días después que los representantes de Zaachila Yoo SA de CV se negaban a revelar el nombre del conductor responsable.
Tres días después de los hechos, el 21 de diciembre, la entonces titular de la Semovi, Mariana Nassar Piñeyro, afirmó que la dependencia había comenzado el proceso de revocación de los permisos que ostentaba la empresa; no obstante, a nueve meses de aquellos hechos, las unidades continúan circulando.
Incluso, a los pocos meses del accidente, Nassar Piñeyro renunció al cargo para postularse como candidata a una diputación.
Impunidad
Mientras familiares y allegados de la mujer esperaban conocer los avances acerca de la cancelación del permiso, las autoridades ministeriales argumentaron que el conductor responsable de la muerte de Gabriela, identificado posteriormente como José Moisés S.G sería investigado, pero sin ser llevado a la cárcel, debido a que el homicidio culposo no se considera como causal de prisión preventiva oficiosa; ello, a pesar de haberse negado a socorrer a la víctima tras el percance y de haberse dado a la fuga.
De hecho, el dos de marzo de 2021, el Juez de Control de Valles Centrales citó a una audiencia al hombre involucrado, pero durante el desarrollo de ésta el presunto responsable se dio a la fuga, por lo que, una semana después, fue reaprehendido y puesto bajo prisión, pero por el riesgo de que vuelva a escapar y no por la gravedad de los hechos en los que Gabriela Soto perdió la vida.
Así, bajo acusaciones de omisión en contra de las autoridades, la familia de la hoy extinta promueve actualmente en la plataforma https://www.change.org una petición para que las autoridades de Oaxaca cumplan con la revocación de la concesión otorgada a la empresa Zaachila Yoo. Hasta este 31 de agosto, el documento había recibido el respaldo de 43 mil 741 personas.
Múltiples advertencias
Las cifras que reportan el incremento de 300 por ciento en el número de asesinatos culposos de ciclistas no ha sido la primera advertencia sobre el desbordamiento de este fenómeno hechas por colectivos.
En julio de 2020, antes de las cuatro últimas muertes, la activista Alejandra Avendaño, miembro de la organización Insolente, denunció que el número de accidentes sufridos por los ciclistas oaxaqueños había aumentado al menos 15 por ciento.
Lo anterior, recriminó, a pesar de que, en teoría, por el confinamiento social provocado por la pandemia de Covid 19 deberían circular menos vehículos de motor por la calle.
Avendaño, tras participar en una rodada para pronunciarse en contra de la violencia vial y a favor de la implementación de leyes que protejan a los conductores de bicicletas, sostuvo que cada 20 horas un usuario de ese medio de transporte era víctima de algún percance.
“Hay ciclo vías que no están conectadas por parte de un proyecto. Desconocemos por qué hubo cambios en esos tramos, como el Arco Sur, que iba de (Santa María) El Tule a Santa Cruz Xoxocotlán, (pero) que sólo terminó en la calle de Las Águilas (en los alrededores de Plaza Oaxaca al sur de la ciudad).
“En el Centro Histórico de Oaxaca no hay ciclo vías, sólo tramos como el de las calles de García Vigil y Macedonio Alcalá”, lamentó.
El diputado Othón Cuevas promovía en ese momento una reforma a la ley de Movilidad del Estado de Oaxaca, para fomentar el uso de la bicicleta como medio de transporte ecológico y adecuar las calles y vialidades para salvaguardar la integridad de los usuarios; sin embargo, Cuevas murió meses después a causa de Covid 19 y en el Poder Legislativo nunca más se ha vuelto a hablar del tema.
39 peatones muertos
A la muerte de ciclistas, se suman 39 casos más de peatones que murieron después de haber sido atropellados por vehículos del transporte público y vehículos particulares durante los primeros seis meses de 2021.
La agrupación “Ni una muerte vial” alertó que, en el ámbito federal, había documentado el perecimiento de mil 238 peatones y 222 ciclistas por percances en la vía pública.
“Son más que números, son personas que nunca debieron haber muerto”, criticó la ONG.
Ni una muerte vial alertó que la entidad con el mayor número de muertes de peatones y ciclistas eran Veracruz, Guanajuato, Jalisco, Sinaloa y el Estado de México, al tiempo que los municipios más peligrosos para peatones y ciclistas fueron Ciudad Juárez, Culiacán, Puebla, Tijuana y Mexicali