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Bersahin López General Opinión

OPINIÓN | ¿Qué hacer y ser en política? | Bersahín López

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Columna | COINCIDENCIAS

Es inevitable pensar en las pasiones humanas cuando hablamos de la política, la de ahora y la de antes, la que padecemos hoy en día y la que delineo la dinámica actual de las formas de gobierno y representación social, porque, aunque es necesaria la frialdad de la reflexión para el mejor actuar, la política ha estado plagada de la pasión y corazón de quienes en ella participan.

Por eso es que es tan viva y vibrante la política, porque en ella se encuentran las pasiones y la reflexión, la acción y la omisión, la ofensiva y la defensiva, en la política se encuentran los iguales y desiguales, los que comparten una misma forma de pensar y aquellos que difieren totalmente en ideología, modos y formas de actuar, eso la enriquece pero también la polariza, la vuelve autentica, pero con la posibilidad de extraviarse, y al mismo tiempo simboliza la mayor oportunidad para realizar las más grandes acciones en favor del pueblo, del ahora y del futuro.

La política no es solamente el terreno de la campaña electoral, ni siquiera se resume totalmente a la practica del ejercicio de gobierno o de la representación popular, en cualquiera que sean los sentidos; la política tiene una extensión mucho mayor y abarca la misma intimidad de los hogares, las relaciones humanas en todos sus contextos, se anida en cada rincón, donde exista la necesidad de transformación, bajo cualquier adjetivo, la política se manifiesta en cada momento de nuestras vidas

Pueden existir conceptos distintos en países o continentes, pero la sustancia siempre será la misma, la política esta enmarcada en arte, estrategia, dialogo, servicio y acción, con ella pueblos completos han cambiado radicalmente, algunos para bien, otros para mal, con esta posibilidad siempre de recomponer, de virar, de transformar nuestro entorno, siempre bien aplicada la política ha permitido avances sustanciales en muchos momentos de la historia humana.

Con la expansión de los medios de comunicación y actualmente con todas las plataformas digitales, la política ha recorrido caminos en breve tiempo, con la posibilidad de ajustarse a cambios prácticamente en tiempo real, eso constituye una oportunidad para lograr cambios más determinantes con un alcance global, pero también corre el riesgo de “abaratarse” ante la gran cantidad de mensajes equivocados que existen en el mundo de las redes sociales y medios de comunicación.

 

La pregunta de ¿para qué sirve la política? Es un cuestionamiento que se manifiesta constantemente a esta generación que vive el segundo decenio del siglo veintiuno, ya que parece que lo que transforma esta en el mundo digital alejándose del contexto territorial y precisamente ahí es donde la política toma relevancia, porque es esta la que permite materializar los cambios y hacerlos palpables.

Quienes son los que deben de estar en política, ¿los que quieren? ¿los que pueden? ¿los necesarios?, que tipo de ser humano es el que requiere la política en estos momentos para seguir siendo el motor de la transformación, requerimos de los mesurados, de los arrojados, de los que visualizan cada acción o de los que se lanzan a buscar iniciar algo que no saben como va a concluir, pero que sin su determinación nunca hubiera sido posible comenzar, o mas aun necesitamos de todos juntos, para concretar avances integrales e integradores.

A la política hay que llegar con valores para transformar con ejemplo, debemos de procurar el bien común, el beneficio colectivo, el camino de todos para el objetivo de muchos, debemos hacer cambios estructurales que sean acompañados fervorosamente por la determinación de trascender, también deben de llegar a la política , los que tengan la capacidad de jubilar a los mismos de siempre, heredar o reescribir son características de quienes quieren realmente transformar y en política esa tiene que ser la palabra que inspire y guíe.

Quienes lleguen a la política, deben ser un ejemplo constante, tienen la enorme responsabilidad de reinventarse constantemente para mejorar cotidianamente, solo así, tendremos la certeza de saber que hay buena representación y conducción, porque en el arte de la experiencia, encontramos la sustancia de la política, decía un dicho que para ser hay que parecer, entonces quienes estén en política deben conocer, saber, aprender, en estos tres pilares esta el equilibrio de cualquier construcción política.

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