Por qué tanto…?
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Bersahín López López
La “arena política” es tierra fértil para la propuesta, la crítica constructiva, la consolidación de valores en hechos palpables, también en algunas ocasiones es pretexto para la descalificación, el morbo, el ataque infundado, el señalamiento con dolo, por esa situación es que la gente ve con desconfianza todo aquello que “huela a política o políticos”, hemos generado a propósito o sin quererlo la idea de suciedad en casi todo el actuar público, tan responsables los que actúan así, como los que buscan con el señalamiento hiriente, seguir enlodando el “arte de lo posible” porque así conviene a sus intereses.
Pero también hay formas distintas de actuar, con responsabilidad, en apego y guiados por principios, hay a quienes se les deslumbra o se les opaca con una forma honesta de conducirse, con un actuar que no busca imitaciones, porque su principal objetivo es la satisfacción del deber cumplido; actuar sin egoísmos o sinceramente, se ha vuelto un actitud peligrosa ante la voracidad de la mala fe y esto es algo que debemos cambiar.
Construimos desde hace años un proyecto turquesa que poco a poco ha ido creciendo y fortaleciéndose, han sido años de sufrimiento, de desvelos, no exagero al decir que hemos recorrido cientos de miles de kilómetros, sembrando al mismo tiempo la semilla que pronto cosecharemos y que más allá de votos, nos permitirá entregar a la patria ciudadanos más conscientes y participativos, a través de lo que en México se llama: Nueva Alianza.
Es verdad que han sido muchos años de caminar, de gozar en el contacto con la gente de cada rincón del estado de Oaxaca, con un gran equipo de jóvenes, ciudadanos con experiencia probada, muchos de ellos que con el sueño bajo el brazo de un mejor futuro, se lanzaron a la no fácil aventura de construirse asimismo, para lograr delinear el País que entregaremos a nuestros hijos y en el que tal ves nos alcance el tiempo para también poder disfrutar.
Algunos de esos jóvenes o ciudadanos soñadores se han ido del proyecto, los alejó lo mismo que hoy trata de desprestigiarnos, los ahuyentó lo mismo que hoy trata de desplazarnos, les quitó el brillo a sus sueños lo mismo que hoy quiere opacar nuestras ganas: la soberbia y frustración. Estas dos modalidades de la maldad que seguirán buscando acomodo en cada cuerpo o mente, mientras no seamos capaces con humildad de erradicarla, mientras no podamos como colectivo desplazarla, por que hace daño y decolora nuestro proyecto.
Mi madre, profesora con ideales y valores definidos, mi familia con objetivos claros y transparentes, los amigos y aliados con los que compartimos cada kilómetro, cada plática, cada acuerdo en positivo, cada esperanza, han sido pieza fundamental en todos estos años, con ellos hemos logrado respeto y una idea clara de cómo se puede participar en política de manera sana, con honestidad y decoro, como reza el viejo adagio: con ellos todo, sin ellos nada.
Hemos errado, cometido alguna falta, ofendido algún proyecto, es probable, pero jamás ha sido con mala fe, cuando hay caminos que se recorren a conciencia y construyendo, es probable rebasar, superar, alcanzar, a aquellos que se creen dueños del camino y que no quieren compartirlo, no se si este sea el caso, pero si puedo asegurar, que para los que vienen detrás de nosotros el camino esta “pavimentado” y al superarnos o alcanzarnos, nos sentiremos satisfechos, porque significa que todos los esfuerzos valieron la pena.
Las descalificaciones alertan, algo estamos haciendo bien, los señalamientos infundados duelen porque hay gente que nos quiere y sufre cuando algo se “dice” y que está fuera de la realidad, la mala fe trata de desorganizar todo, pero los hechos de manera irrefutable vuelven a poner a cada quien y a cada cosa en su lugar. Ya lo decía el Quijote: confía en el tiempo, que suele dar dulce salidas a muy amargas dificultades.
Quiera o no quiera tengo que reconocer que recibir señalamientos con mala fe, duele más por terceros a los que se lastima, pero también me queda la idea clara que esas afrentas no se vengan, se pagan solas cuando se triunfa a pesar de los miles de obstáculos que se pueden poner en el camino y ese es el destino de este proyecto turquesa, que en Oaxaca ya es una realidad.
¿Por qué tanto ataque? ¿por qué tanta calumnia? ¿por qué tanto afán por desconocerme? ¿Por qué tanto afán de quitarme por aquellos que ya se han ido? No pierdo yo con todo eso, pierden ustedes los que no son capaces de argumentar de frente, los que no pueden construir en equipo, los que se frustran por sus incapacidades y no lograr visionar que si les falta una mano, una idea, un talento, yo si pongo mi mayor esfuerzo para solventarlo y caminar fortalecidos, como lo que somos: hermanos de la misma casa, aliados de la misma causa.
Cada letra escrita en mala fe, seguramente será devuelta en su momento y con oportunidad por ese destino sabio, en bendiciones y bienestar, la única forma de responder será con hechos, con trabajo, seguiremos sembrando en campo fértil, por convicción y compromiso; desde el norte o el sur, seguramente no cesarán los ataques, ojalá se den cuenta que se hacen más daño a ellos, porque al proyecto no lo podrán mermar.
Que no les preocupe, las dirigencias, los cargos, los encargos, tienen fecha de vencimiento y lo saben muy bien, lo que no vence jamás son los principios, las enseñanzas, los valores que no se obtienen por cargo o representación, sino que son parte de lo que somos como seres humanos.
A todos aquellos que se tomaron la molestia o preocupación con una llamada, un mensaje o una plática, sobre mi situación respecto al proyecto de Nueva Alianza en Oaxaca, les digo que me siento orgulloso y comprometido con la encomienda que hoy tengo desde la dirigencia del partido, que la cumplo a cabalidad y todos los días trabajamos con todo el equipo para entregar los mejores resultados, estamos fuertes y decididos, motivados también por el ímpetu y las ganas que se percibe en cada Estado, si algún aliancista del país que me lee se identifica con estas líneas, les aseguro que el proyecto va por la ruta adecuada, significa que vamos avanzando.
En COINCIDENCIAS, nunca me había permitido expresar algo sobre el trabajo político que realizamos, consideré esta, una buena oportunidad para transmitir el sentir de un ciudadano que desde Nueva Alianza construye lo posible en beneficio de su municipio, Estado y país; me inspira el sueño de al terminar mi encargo poder ver a los ojos a todos con los que compartí este tiempo y saber que no podré bajar la mirada por pena, ni vergüenza, sino por humildad y respeto a los que seguramente seguirán después de mi, la idea honesta de construir un proyecto ciudadanamente turquesa en todo el país.
Sigamos en esta gran oportunidad de aliarnos compartiendo la causa en común, que las diferencias enriquezcan el proyecto, que logremos con solidaridad desterrar el individualismo y poner en equipo manos a la obra, en esta tarea que nos hemos encomendado por el bien de México; con o sin razón para algunos, con o sin posibilidades para otros, con o sin necesidad para la mayoría, mientras existamos habrá la posibilidad, una puerta abierta, un escaparate disponible, para exponer y transitar la idea de participación ciudadana en todo su esplendor.
Las diferencias entre querer, poder y hacer, son abismales cuando pasamos de los dichos a los hechos, no siempre tenemos lo que queremos, pero irremediablemente cosechamos lo que sembramos, no asimilarlo así, nos lleva a la frustración propia de aquellos que no valoran sus talentos y añoran los ajenos.
Construir se vuelve una tarea sana, ilustrativa, genial, cuando se hace con la intensión de concretar algún sueño o ideal en positivo, por el contrario aquellos que se dedican y se unen para destruir irremediablemente terminarán destruyéndose.
¿Por qué tanto querer apresurar el tiempo? Si todo llega en su debido momento y la cita con la historia esta próxima, ahí debemos enfocarnos, concentrarnos y disponer de todas nuestras capacidades, lo demás vendrá después del primero de julio y tal ves volvamos a encontrar las COINCIDENCIAS, que nos permita seguir en la ruta de la consolidación Turquesa, del México que avanza en el tren de alta velocidad, teniendo con seguridad la capacidad de seguir al mismo ritmo y con las mismas ganas…
“Confía en el tiempo, que suele dar dulce salidas a muy amargas dificultades”, enseñanzas del Quijote ¿COINCIDIMOS?.