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Humberto Ferrusca Opinión

Sin concesiones

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Gane quien gane, la sociedad pierde…

Humberto Ferrusca

La elección que nos ocupa y a muchísimos preocupa no es de manera alguna una fiesta de la democracia, en ella veremos  reflejada nuestra cruda realidad, la que nos muestra un sistema agotado, con partidos que le son inútiles a los ciudadanos, con la clase política terriblemente repudiada, donde el resultado poco le abonará a la vida política y social del estado mexicano, en la que se encumbrará quien resulte favorecido con un mayor número de votos, pero de ninguna manera significará que la sociedad de tal o cual estado ganó algo, simplemente será la hoguera de las vanidades, donde se ha defendido con ardor a personalidades o instituciones, alegando su legitimidad o utilidad, pero no se han discutido propuestas o proyectos de gobierno, solo se han señalado utopias y nirvanas, ofrecidas absurda y neciamente a través de candidatos y dirigentes, que nos hablan de el estado en que vivimos como si ellos lo hubieran descubierto, pero que no han hecho, ni hacen, ni harán nada para cambiar algo, quienes detentan o han detentado el poder saben que conservar las condiciones en las que se encuentran sus estados, distritos y municipios les cobija, protegiéndolos bajo esa misma condición para continuar traspasándose cargos, quienes nos ofrecen la utopía de un cambio radical de las condiciones por virtud de su divina presencia y legítimo y purísimo deseo, no entienden que sabemos que para ellos lo único relevante es que las condiciones de pobreza, marginación e inseguridad (que permanentemente denuncian) debe continuar igual o empeorar un poco, para que sus proyectos sobrevivan; pues si deja de haber pobres, marginados, corruptos o personas que padecen injusticias sociales cotidianamente, esa milagrosa oferta política se extinguiría de facto, pues en ese preciso instante se agotaría su discurso y su clientela, están también los redentores de las causas y de la honestidad, de aquellos que han señalado históricamente hierros de los gobiernos y cuando se han encargado de ellos han sido rotundamente ineficaces, insensibles e igual de corruptos, en este año de las elecciones estatales que concentran la atención de nacionales y extranjeros, a los primeros, por la agorera posición de ver a través de este proceso el futuro del país, y a los segundos por qué creen que ahora se darán las pautas de las posibles posiciones de gobierno que nos depararía el 2018 y quieren garantizar o bien su participación o bien sus inversiones, sin pensar que el futuro es común, no particular.
Del resultado de los procesos en los cuatro estados y gane quien gane, la sociedad pierde, podemos tener más de lo mismo con los mismos, o con otros sin duda solo empeorar, a los partidos y sus candidatos les interesa ganar para ellos, empoderarse o afianzarse, nutrir sus filas y bolsillos, satisfacer las vanidades de los involucrados y demostrar que ellos tienen la razón y la verdad absoluta, pero nadie, ninguno está preocupado u ocupado en trabajar, resolver y atender las carencias de la sociedad, resolver sus problemas y atender sus demandas, el compromiso es absolutamente personal de cara al ’18, pero siempre hay un rayo de esperanza y ese rayito no es quien creen, finalmente es México, nuestra prodiga tierra y sociedad que estoicamente ha sufrido saqueos desde la llegada de los españoles, durante la independencia, la reforma, la revolución, los cristeros y en los tiempos pos y supra revolucionarios, la que puede sacar alguna ventaja del denigrante, sucio, absurdo y abyecto circo que refleja el actual proceso electoral, aún a pesar de nuestra clase política y las instituciones de la que han surgido, está elección afirmará el agotamiento de nuestro sistema político electoral y del sistema de partidos que padecemos, si las cosas continúan en ese statu quo, nuestra imberbe democracia se estrellara en un irremediable fracaso el próximo año, México no aguanta más, requerimos un sistema que sea realmente representativo, que arroje resultados con indiscutible legitimidad, que no consuma la ingente cantidad de recursos aplicados en burocracia, imagen  y corrupción que no aporta nada a la sociedad más allá de polarización y enfrentamientos, gane quien gane, la sociedad pierde, si ganan los malos, los que se dicen buenos quebrantaran el orden publico a costos no calculados, pero si ganan los auto considerados buenos, conoceremos sus perversidades y pragmatismo pues actuarán en función de sus cálculos respecto al futuro inmediato mostrando un total desprecio por las causa que dicen defender, en fin, el panorama es sombrío, pero puede ser que realmente toquemos fondo y eso permita la refundación jurídica y normativa de partidos e instituciones, unos por corruptos e inútiles y otras por permisivas, taimadas y parciales, puede ser (solo es una posibilidad) que encontremos quizá no una buena refundación de instituciones electorales (partidos e instancias normativas) pero si una mejor regulación y consecuentemente una mejor conducta de partidos y sus políticos, que limite el ofensivo financiamiento público y la abusiva conducta que oprime y coacciona a miles y miles de ciudadanos particularmente los más pobres, marginados o ignorantes con la amenaza de despojarlos de alguno de los “benéficos” que reciben.
Espero personalmente que algo al menos aproximado a lo descrito ocurra, mientras tanto, pierde el PRI por qué ya ni los priistas confían en sí mismos, pierde el PAN por qué sus paladines se enfrentarán a la realidad y al final se enfrentarán entre ellos, pierde el PRD, por qué quienes se han apoderado de él lo han llevado al agotamiento, y el surgimiento de una nueva figura los reorganizará solo para volver a desmembrarse, pierde MORENA por qué nos ha dejado ver su verdadera cara que es contraria a su discurso y por qué no alcanzarán los resultados de los que han hecho exaltación, y pierde la chiquillada por qué continúan mostrando que no representan a nadie y no trabajan por nadie que no sean sus intereses o los de aquellos a quienes deben lealtad, el Estado de México será el fracaso de todos, Nayarit el espacio de la revancha, Coahuila será la muestra de la preservación del sistema a cualquier costo y Veracruz el modelo de la intervención estatal, la coacción y el paraíso del abstencionismo, el tiempo me afirmara o desmentirá y será muy en breve, abur!

Boca del Río, junio 4 de 2017.
@FerruscaOax

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