“Te seguimos buscando y así será, hasta encontrarte, hija de mi vida…”
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Álvaro Morales
“Se nos hace una nudo en la garganta cada que pensamos en ti. Te seguimos buscando y así será, hasta encontrarte, hija de mi vida”, dice Luz María, mientras la voz se le termina de quebrar y rodea con sus brazos el retrato de Zay, como le dice de cariño.
Durante casi ocho meses, Luz María ha estado detrás de cualquier rastro que le permita dar con el paradero de su hija, Zayra Leticia Morales Loyola, una joven de 29 años y madre de dos hijos, de la que dejaron de saber la noche del 23 de octubre pasado.
Eran alrededor de las 22:30 horas de aquel viernes, cuando Zayra salió de casa para cancelar un pedido que había hecho en una cenaduría ubicada a 30 o 40 metros de su casa, en la agencia Santa María Xochixtlapilco, Huajuapan de León, en la región de la Mixteca, y nunca más volvió.
“Te amamos, Zay, que Dios te cuide y te guarde donde tú te encuentres”, agrega Luz María, ya sin contener las lágrimas, casi al final de un video de dos minutos de duración que ella y su familia grabaron el pasado 23 de mayo, cuando se cumplieron siete meses de la desaparición, en busca de que las redes sociales logren localizarla o hacer contacto con alguien que sepa dónde se encuentra, algo que el Ministerio Público no ha podido.
Según los testimonios, la última llamada que entró al teléfono celular de Zayra Leticia fue alrededor de las 23:00 horas del día de la desaparición. El teléfono timbró, pero nadie contestó… a partir de ese momento, el aparato fue apagado.
El de Zay, como le dice su madre, es uno de los mil 435 casos de desaparición de mujeres oaxaqueñas que organizaciones no gubernamentales tenían documentados desde enero de 2011 hasta el 11 de junio pasado.
A la fecha, la Fiscalía General de Oaxaca ha detenido a dos hombres –hermanos– como presuntos responsables de la desaparición de la joven, pero a pesar de ello, ha sido incapaz de establecer el paradero de la víctima.
Los supuestos implicados fueron aprehendidos el 15 de diciembre y sujetos a vinculados a proceso una semana después; no obstante, han pasado seis meses y el Ministerio Público no ha obtenido información sobre dónde se encuentra la mujer.
El jueves 21 de enero de 2021, tres meses después de la desaparición de Zayra, la Fiscalía realizó un cateo en un rancho situado en la agencia de Santa María Xochixtlapilco. El personal recorrió el perímetro, recabó diversas muestras y ordenó custodiar un pozo profundo que se localizaba en el interior, donde se presumía que podían estar los restos de la joven.
Amigos y familiares se prepararon para lo peor: Las autoridades pidieron al personal del Heroico Cuerpo de Bomberos vaciar la cavidad en busca de restos humanos, pero, tras las diligencias, no hallaron nada.
“No se encontró nada; sigue la esperanza de encontrar a mi hija con vida”, dijo, días después, Luz María Leticia Loyola, la madre de la joven, durante una entrevista concedida a un portal de noticias.
Aquella no ha sido la única acción para encontrar a Zayra; los grupos de búsqueda que se organizaron las semanas siguientes a su desaparición recorrieron asentamientos cercanos a Xochixtlapilco, como el fraccionamiento Los Naranjos y las agencias de San Pedro Yodoyuxi, La Estancia, Santa Teresa, Vista Hermosa y El Molino, y nada
Luego, las brigadas caminaron hacia Tamazulápam del Progreso, Chila de las Flores y San Marcos Arteaga. Es como si la tierra se la hubiera tragado.
En las labores de búsqueda llegaron a participar de 200 a 400 personas, entre familiares, amigos, vecinos y elementos de las policías Municipal, Estatal y la Guardia Nacional, pero con el transcurrir de los meses, de aquel contingente no queda nada, sólo la familia y allegados.
Después de la detención de los dos hermanos, sin que se avanzara en las indagatorias, la familia intensificó su presencia en redes sociales y, al borde del desamparo, comenzó a tener el acompañamiento de organizaciones no gubernamentales.
Luz María y su familia empezaron a contar cada día, cada semana y cada mes que transcurre sin que las autoridades den respuesta a las exigencias de la familia.
“Hoy escribo con el corazón desgarrado. Mi amor, te sigo buscando Zaira. Por favor, ayúdenme a que mi hija regrese a casa, sus hijos la necesitan. Pido que se apiaden de mi dolor. Estoy muerta en vida”, publicó Luz María, el 23 de marzo, luego de cinco meses sin contacto con su hija, en un post divulgado en la cuenta de Facebook “Justicia para Zayra”, por medio de la cual la familia mantiene el contacto con la sociedad y organismos no gubernamentales.
Zayra Leticia es Licenciada en Administración de Empresas Turísticas. Tuvo a su primer hijo cuando cursaba el segundo semestre de la carrera, en Puebla, pero aun así tuvo el ímpetu de terminar su formación profesional.
Es una mujer a la que le gusta cuidarse y vestir bien. En sus fotos luce radiante y sonriente.
Tenía un club de nutrición en el centro de Santa María Xochixtlapilco, pero por la pandemia de Covid 19 y las clases a distancia de sus pequeños hijos, de seis y nueve años, tuvo que cerrarlo.
Hasta el día de su desaparición, Zayra pasaba las mañanas acompañando a sus hijos en las clases virtuales; de noche, el más pequeño dormía con ella. Ambos la extrañan demasiado.
Hoy, a la espera de su madre y con el apoyo de sus abuelos, los pequeños buscan normalizar sus estudios, de los cuales se separaron por las labores de búsqueda emprendidas por su familia.
“Ella era, es, la alegría de este hogar; siempre con sus risas, siempre con sus buenas palabras, era una hija excelente. Su niño, el más pequeño, dormía con ella; a diario me pregunta por su mamá. Yo ya no tengo palabra qué contestarle…”, cuenta Luz María en aquel post del 23 de marzo.
“A todas las personas, les pido, por favor, que no se cansen en compartir este video: compártanlo, ayúdenme a encontrarla; ayúdenme por favor…
“A diario toda la familia nos salimos a buscarla: Recorro parajes, ríos, barrancas y no tengo resultados, pero no me voy a cansar, no me voy a cansar de buscarla, hasta encontrarte hija. Te voy a encontrar, hija; te voy a encontrar, hija de mi vida. Te amo, Zayra…”.
El 23 de abril, cuando se cumplieron seis meses de la desaparición, Luz María hizo otra publicación.
“Zay, qué rápido está pasando el tiempo. Parece que fue ayer, pero ya pasó medio año y hasta el momento no se sabe nada de tu paradero…
“En este hogar se sigue viviendo tristeza, dolor, soledad… Mi dolor se está convirtiendo en mucho coraje; les sigo pidiendo a las personas que no se cansen de compartir este video. Se los pide una madre angustiada de no saber en donde se encuentra mi hija… Zay, te sigo buscando y no me cansaré hasta encontrarte… “.
Y a pesar del tiempo y la frustración, la fe no muere.
“Te amo mi niña hermosa, te extrañamos; tus hijos te esperan. Un milagro va a suceder en este hogar. Sólo un milagro espero, con la fe y la esperanza en mi Dios… “.