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Transporte público, tentáculo de la delincuencia en Oaxaca

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Álvaro Morales

I de II Partes

Sus vínculos con autoridades estatales de prácticamente todos los niveles, desde gobernantes hasta elementos rasos de corporaciones policiacas, se ha traducido en que el transporte público del estado, principalmente el ligado con organizaciones político-sociales que aglutinan taxis colectivos, mototaxis y camiones de carga, se haya convertido en brazos de la delincuencia, desde donde los mismo se ejecutan asaltos a mano armada, robos de vehículos, robos de autopartes hasta secuestros o la distribución de estupefacientes, según lo evidencian una serie de denuncias y grabaciones audiovisuales hechas públicas a través de redes sociales y diversas carpetas de investigación abiertas en la Fiscalía General del Estado.

En teoría, la instancia que debería controlar que estas organizaciones respeten el estado de Derecho es la Secretaría de Movilidad (Semovi), una dependencia que, pese a su responsabilidad, no ha frenado la proliferación de unidades identificadas con aquellas agrupaciones y menos ha suspendido los permisos con que gozan.

Desde la masificación del uso de las tecnologías digitales, decenas de videograbaciones que circulan en el ciberespacio han revelado el modus operandi y el involucramiento de conductores de taxis colectivos, mototaxis y transporte de carga en la comisión de diversos ilícitos, incluidos asesinatos y la posesión de armas de fuego, sin que la autoridad aplique en contra de ellos la normativa vigente; ello, sin contar las decenas de accidentes viales protagonizados por éstos, que se han traducido en muertes y lesiones para decenas de víctimas.

De acuerdo con el Artículo 187 Fracción 10 del título décimo Reglamento de la Ley de Movilidad para el Estado de Oaxaca “las concesiones y permisos especiales son revocables por la comisión dolosa de algún delito por parte del concesionario o permisionario con motivo de la prestación del servicio”.

Más y más antecedentes

La semana pasada, el 25 de agosto, los ocupantes de dos taxis colectivos de municipios de los Valles Centrales –el conductor y un acompañante– fueron detenidos por las autoridades ministeriales, después de haber perpetrado un presunto atraco en la zona metropolitana de Oaxaca capital.

Un testigo acusó a los dos hombres de haber cometido un asalto al interior de una zapatería localizada en la colonia Volcanes, al norte de la ciudad, a donde ingresaron y se apoderaron de diversa mercancía, entre ella, al menos 25 pares de zapatos.

Una vez cometido el hurto, el testigo se comunicó al Centro de Control, Comando y Comunicación (C4) de la Secretaría de Seguridad Pública, cuyo personal giró indicaciones a diversas corporaciones policiacas para localizar y detener a los agresores.

Tras entrevistarse con la persona denunciante, los agentes montaron un operativo de localización hasta que dieron con la unidad sospechosa, un automóvil Nissan, tipo Tsuru, número económico 06-633, placas de circulación 8801-SJN del Servicio Público y rotulado con el logotipo del sitio de taxis Rojas de Cuauhtémoc, en el momento en que se daba al fuga sobre la calzada Porfirio Díaz, cerca del centro de la ciudad.

Los tripulantes de la unidad de transporte público fueron identificados como los asaltantes por la persona que atendía el establecimiento de calzado.

A pesar de que la Fiscalía confirmó la detención de los sujetos, la Semovi notificó que esperaría a que la autoridad confirmara la participación en los hechos delictivos de las personas involucradas para establecer si cancelaba o no los permisos otorgados.

Un día después de aquellos hechos, el jueves 25 de agosto, el caso de otro delito cometido por conductores del transporte público fue ventilado en grupo de Whats App y redes sociales como Facebook y Twitter.

En un video captado por una cámara de seguridad, se observa cómo dos hombres que viajaban a bordo de un taxi foráneo del distrito de Etla sorprendieron y sometieron con violencia a un repartidor de la empresa Sabritas, cuando éste se disponía a surtir un pedido en un establecimiento de la colonia Nezahualcóyotl, en la agencia municipal de San Martín Mexicápam.

Los individuos viajaban en un taxi rotulado con la leyenda Transportes Alemán A.C., marcado con el número económico 13-176 TX-Etla-079, tomaron por asalto a una repartidora de la empresa Sabritas.

Los hechos sucedieron a las 14:26 horas del 26 de agosto sobre la calle Anáhuac, a la altura del número 112, en la colonia Nezahualcóyotl de la agencia de San Martín Mexicápam.

Después de estacionarse frente a la unidad repartidora, dos sujetos descendieron del taxi foráneo y se introdujeron al vehículo de Sabritas al aprovechar que el obrero se encontraba en la parte posterior recabando la mercancía que entregaría.

En la grabación, se observa cómo los sujetos suben al vehículo y comienzan a forcejar con el empleado, al que en 23 segundos lo despojan –según la denuncia—de 10 mil pesos en efectivo.

Al igual que en el primer caso, la policía volvió a desplegar una movilización de detección y, minutos después, localizaron el vehículo de transporte sobre la calle de Genero Vásquez de la colonia La Joya, localizada al poniente de la capital del estado.

Los uniformados que participaron en la acción, detuvieron a un hombre que permanecía al frente del volante y lo trasladaron ante las autoridades competentes para que resolvieran su situación jurídica.

“Obligados” por las “circunstancias”

La zona metropolitana de Oaxaca no es la única zona del estado en la que prestadores de servicio público han sido sorprendidos en la comisión de algún delito.

En enero de 2019, un grupo de mototaxistas de la organización “Flores Magón” efectuó una protesta en la Dirección de Seguridad Pública de Juchitán de Zaragoza, en la región del Istmo de Tehuantepec, después de que uno de sus compañeros fue detenido en flagrancia por efectivos de la policía durante un robo efectuado en la tienda departamental Coppel.

Los policías afirmaron que el mototaxista acompañaba a dos sujetos que permanecían en el interior de las instalaciones y que fueron sorprendidos cuando sometían a los empleados y usuarios.

En aquel momento, la autoridad aseguró a los detenidos dinero en efectivo, una mochila con más de 100 celulares nuevos, tres armas de fuego y una llave de mototaxi. Minutos después, se estableció que la llave correspondía a una unidad de pasaje de la organización “Flores Magón”, sin placas de circulación y con número económico MT-34.

Instantes después de la detención del mototaxista y sus cómplices, varios conductores de aquella organización bloquearon las instalaciones de Seguridad Pública Municipal para exigir la liberación de su compañero con el argumento de que “había sido víctima de las circunstancias”.

En aquel momento, los mototaxistas aseguraron que el presunto responsable nada tenía que ver con el atraco, pues los asaltantes lo habían obligado a “dar el servicio”.

El sitio de mototaxistas al que pertenecía la persona detenida por ese hecho, no solo sigue operando en la región del Istmo sino que sus líderes y militantes durante el anterior procesos de campañas políticas sostuvieron encuentros con políticos ligados al PRI, como Samuel Gurrión Matías, con los que pactaron apoyos de cara a las pasadas elecciones intermedias del seis de junio.

Oaxaca, paraíso para los piratas

De acuerdo con las autoridades estatales, durante los primeros dos años de la actual administración gubernamental, en Oaxaca había sido detectadas alrededor de 5 mil unidades de motor que ofrecían el servicio de taxi de manera irregular y que, por ende, eran altamente susceptibles a ser utilizadas en actos delictivos.

En información vertida en 2017, la Semovi admitió que los taxis pirata pertenecían a organizaciones como la Confederación de Trabajadores de México (CTM), la Asamblea de Pueblos Indígenas, el Comité de Defensa de los Derechos del Pueblo (Codep), el Sindicato Libertad, la Confederación Nacional Campesina (CNC), la Federación Estatal de Sindicatos de Oaxaca (FESO)¸ Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (Catem), e incluso el Movimiento de Unificación y Lucha Triqui (MULT).

A lo anterior, según la misma dependencia, debían sumarse en aquel momento 7 mil vehículos que ofrecían el servicio de mototaxi de manera clandestina, amparados por las organizaciones citadas anteriormente, las cuales tenían acceso a la permisibilidad del estado por conducto de acuerdos hechos con anteriores autoridades o, bien, a través de actos de presión e intimidación.

En ese momento, la Secretaría también admitió que en el caso de la capital del estado y zona metropolitana habían sido identificados cientos de taxis foráneos con permisos para ofrecer servicio en municipios como Santa Lucía del Camino, San Sebastián Tutla y Santa Cruz Amilpas, pero que a través de la invasión de rutas otorgaban el servicio de taxi de sitio en toda la zona metropolitana.

Sin embargo, a pesar de tales prácticas y de la inconformidad de otras organizaciones, como la Unión de Taxistas del Estado de Oaxaca (UTEO), las autoridades no han impedido la circulación de aquellas unidades, pese a los actos delictivos en que se han visto involucradas.

De hecho, organizaciones como CTM y Catem han sido señaladas en diversas ocasiones por sus vínculos con las actuales autoridades locales; en 2016, durante la toma de protesta de Alejandro Murat como gobernador de la entidad, transportistas de la CTM “bloquearon” los accesos al Congreso de Oaxaca después de que el magisterio oaxaqueños había amagado con boicotear aquel acto político.

Al final, la CTM hizo acto de presencia en el edificio legislativo para inhibir la protesta de los maestros, pero, de último momento, el evento protocolario fue cambiado de sede.

Hombre secuestrado a bordo de taxi foráneo

En marzo de 2020, otro video divulgado en redes sociales causó conmoción, luego de que en él se observara cómo un grupo de policías estatales descubrió que en la cajuela de un taxi foráneo, éste de Reyes Etla, era trasportado un hombre que había sido víctima de un aparente secuestro.

En la grabación, se observa cómo los uniformados observan desconcertados la unidad de motor de color guinda con blanco, sin placas de circulación y con número económico 02743, en cuya cajuela yace un hombre con gorra y ropa oscura.

 

 

 

 

 

La unidad de alquiler portaba una calca a cuyo concesionario identificaba como parte del padrón de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (Catem), una organización fundada por el senador de la república por Morena, Pedro Haces.

Al comienzo de la actual administración estatal, Catem hizo su incursión en territorio oaxaqueño y afilió a sus filas a decenas de transportistas.

Tras el hallazgo de la persona secuestrada, la policía detuvo a cinco personas que viajaban a bordo de la unidad de alquiler.

De acuerdo con lo informado, los elementos policíacos hicieron la parada al taxi, donde viajaban cinco hombres de aspecto sospechoso.

Al iniciar con la revisión de la unidad, del interior de la cajuela empezaron a escuchar algunos golpes, por lo que los uniformados se dirigieron a inspeccionar dicho espacio.

Secuestro de mujeres

El dos de septiembre de 2019, diversos medios de comunicación y usuarios de redes sociales dieron seguimiento a un presunto caso de secuestro registrado a bordo de otro taxi foráneo de la zona metropolitana.

Los hechos, de acuerdo con las denuncias, ocurrieron sobre la carretera federal 190, a la altura de la pastelería Tartamiel situada en jurisdicción del municipio de San Sebastián Tutla, donde una joven saltó por la ventanilla de un taxi foráneo del sitio Santa Cruz Amilpas.

Una mujer que se dijo testigo presencial de los hechos, narró que la agraviada, una vez puesta a salvo, contó que había abordado el vehículo de alquiler a la altura de la Macroplaza, en el municipio de Santa Lucía del Camino, debido a que un joven que la acompañaba justificó que no podía llevarla hasta su domicilio.

Ante ello, la ciudadana decidió abordar el taxi; sin embargo, minutos después, alrededor de las 20:00 horas, cuando éste circulaba metros adelante, el piloto activó los seguros eléctricos y sacó un rollo de cinta canela y una cuerda.

Al observar lo anterior, la pasajera pidió al taxista que parara la marcha, pero éste no atendió la petición.

Metros adelante, de acuerdo con el testimonio, el vehículo paró frente a la pastelería Tartamiel y fue ahí cuando la joven se aventó desde la ventanilla y corrió a resguardarse al interior del establecimiento comercial, donde fue socorrida por empleados, peatones y automovilistas.

A los casos anteriores, se suman denuncias hechas en contra de diversos sitios de taxis foráneos de la entidad, en relación a su presunta participación en células delictivas, dedicadas a la venta y distribución de estupefacientes.

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