Huracán de mediana intensidad, ‘catastrófico’ para Oaxaca ante condiciones urbanas críticas
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Álvaro Morales
Debido al incremento de la contaminación, la deforestación, la invasión de cauces de ríos y el crecimiento arbitrario de la plancha de concreto, la zona metropolitana de Oaxaca capital sufriría afectaciones “catastróficas” en caso de recibir los embates de un huracán de mediana o alta intensidad, advirtió anoche el meteorólogo Cutberto Ruiz Jarquín.
Las condiciones estructurales que actualmente predominan en el área conurbada han provocado que la capacidad máxima de la ciudad para recibir lluvias sin sufrir afectaciones como inundaciones, haya pasado de 90 milímetros cúbicos a 50 o 40 milímetros cúbicos durante los últimos 20 años, reiteró el especialista, en entrevista vía Zoom durante el programa semana Agenda CIO de CIO Información.
En ese sentido, sostuvo que las actuales condiciones en combinación con un fenómeno hidrometeorológico de grandes dimensiones terminarían de colapsar la red de drenaje, desbordaría ríos y provocaría avenidas de agua provenientes de las partes alta que centrarían sus daños en las partes bajas del área conurbada.
Ante ello, subrayó que las autoridades municipales, estatales y federales deben coordinar e implementar un plan urgente de desarrollo urbano a efecto de modificar las alteraciones que ha sufrido el territorio metropolitano tras el crecimiento anárquico de la mancha urbana.
“Si nos llueve un litro de agua por metro cuadrado por un minuto, y si la tormenta dura una hora, ya con eso tenemos problemas. Durante los primeros días de septiembre, se rompieron umbrales récords de precipitación en Unión Hidalgo, Juchitán y Chicapa, donde llovieron 260 milímetros; aquí, en la ciudad de Oaxaca, con 50 milímetros nos estamos ahogando; 260 milímetros en Juchitán es demasiado agua…”
–-Si pasara en Oaxaca lo que está pasando en Juchitán y aquellos puntos que mencionó, sería trágico.
–Catastrófico, definitivamente; no tenemos un registro de una precipitación tan alta. Tenemos un registro, en 2010, de una precipitación de 90 milímetros que provocó afectaciones en Huayápam, todo el río Chiquito; inundaciones severas y no se diga la de 1990, pero esa fue una granizada muy severa… Inclusive, una lluvia que pudiera superar los 90 o 100 milímetros de lluvia en la ciudad de Oaxaca nos traería unos problemas serios.
–¿Qué se tiene que hacer para aminorar estos riesgos?
–El problema ya lo tenemos encima, ya se han permitido asentamientos irregulares… lo que se tiene que hacer es mitigar, limpiar cauces. Se tiene que reforestar en la parte alta, donde escurre el agua para que haya una retención de material; si no hay esa retención baja gran cantidad de material pétreo, grava y arena, hacia los cauces del río.
>Hay que hacer planes integrales, pero desde las cuencas hidrológicas; hay que sanear desde una planeación integral… hasta la instalación de plantas de tratamiento en los municipios, porque todas se van a los ríos. Debemos implementar también bordes de protección.
—¿Con las inundaciones, la sociedad está padeciendo los estragos de sus malas acciones?
–Entre el 80 y 90 por ciento es de origen antropogénico. Otros de los factores que tienen que ver, es la deforestación de las cuencas hidrológicas; nos estamos acabado los bosques, talando partes donde anteriormente servían como retención de humedad, como el cerro de San Felipe, donde cada día la vemos más deforestada, más invadida.
Nada más nos hace falta un fenómeno natural para que pueda ocurrir un desastre.
–Es decir, es un llamado de la naturaleza a la sociedad de Oaxaca para que vire, modifique sus normas de convivencia, normas de desarrollo.
–Básicamente, hay que normar nuestra forma de ser, hay que crear un poco de conciencia. No hemos invertido ni en la conciencia ni en la prevención.
–¿La percepción de la sociedad es que las últimas inundaciones han sido muy graves, que no se habían visto antes, es así?
—No solo han sido graves en este año; yo aseguro que van a seguir siendo mucho más graves.