I de II Partes

Álvaro Morales

Sin criterios de transparencia entre su feligresía que abonen a determinar el destino de los recursos que reciben y con un sistema tributario que los libera del pago de impuestos, templos e iglesias católicos y cristianos continúan operando en Oaxaca y en todo el país haciendo de sus creencias negocios, muchas veces, multimillonarios.

Por igual, las instituciones religiosas, a través de sacerdotes, pastores y otros tipos de representantes, reciben año con año recursos no cuantificados producto de la recolección de diezmos, limosnas y otras aportaciones voluntarias y obligatorias echas por sus feligreses, así como otras que emanan del cobro de servicios que han sido institucionalizados como la impartición de servicios religiosos a particulares, ya sea a domicilio o al interior de los templos, o la simple mención de nombres de personas o llamados específicos para la sanación de enfermos durante las misas de carácter ordinario.

Ello, sin embargo, no es todo, pues las instituciones religiosas, principalmente del ámbito católico, también basan sus ingresos en el cobro de ceremonias de bautizos, primeras comuniones, confirmaciones, sepelios y, por supuesto, bodas, estos últimos, los eventos más redituables para muchas de ellas.

Los precios de las bendiciones sacerdotales para las parejas católicas varían de acuerdo con el lugar en donde se realicen estos servicios. Si es una iglesia con alta plusvalía, ya sea por su valor arquitectónico o histórico, como la Catedral de Oaxaca, la Basílica de La Soledad, el Templo de Santo Domingo de Guzmán o el Templo de Cuilápam de Guerrero, los precios oscilan entre 2 mil y 20 mil pesos para un acto de menos de 60 minutos.

Uno de los ejemplos más claros sobre cuánto la plusvalía del templo tiene de manera directa en el costo de los servicios que se ofrecen a los privados es el templo de Santo Domingo de Guzmán, donde de acuerdo con denuncias hechas llegar a Agenda CIO, el costo se ha duplicado durante los últimos 11 años.

A comienzos de la década pasada, una ceremonia de casamiento permanecía valuada en 5 mil pesos; sin embargo, el precio aumento a finales de 2017 a entre 7 mil y 9 mil pesos.

La sobredemanda de aquel espacio ha propiciado, incluso, que las fechas tengan que reservarse con hasta un año de anticipación. Es improbable que una pareja halle espacio el mismo año en que promueve su solicitud.

Tras lo anterior, la información enviada a este medio de comunicación, denuncia que para este año la renta del Templo de Santo Domingo oscilará en 20 mil pesos.

En otras instituciones, como La Catedral o la Basílica de La Soledad, el costo de una boda fluctuaba hasta el año pasado entre los mil 500 y 2 mil pesos, mientras que en San Jerónimo Tlacochahuaya llaga a los 3 mil pesos.

Iglesias y templos no pagan ISR ni IVA

Las organizaciones religiosas reciben múltiples tratos preferenciales por parte del fisco mexicano para facilitar su labor.

Entre las exenciones que promueve el Servicio de Administración Tributaria (SAT) aparece el no pago del Impuesto sobre la Renta; es decir, la Federación no retiene ni un solo peso por concepto de “ofrendas, diezmos, primicias y donativos recibidos de tus miembros, congregantes, visitantes y simpatizantes”, siempre y cuando tales ingresos se destinen a fines religiosos o a cualquier concepto relacionado con el desarrollo de actividades normales, conforme al objeto establecido en los estatutos.

Tampoco pagan ISR por actividades que tenga que ver con la venta de libros u objetos de carácter religioso, sin fines de lucro.

Las religiones tampoco pagan el Impuesto al Valor Agregado (IVA) por los ingresos propios de su actividad religiosa prestados a sus miembros o feligreses, donde entra el oficio de misas por bodas, así como por la venta de libros u objetos de carácter religioso que realices sin fines de lucro.

Tampoco causa ese impuesto la transmisión de bienes inmuebles que sean destinados “únicamente” para casa habitación. 

“Se considera como casa habitación: las casas de formación, monasterios, conventos, seminarios, casas de retiro, casas de oración, casas de gobierno, abadías y juniorados”, explico el SAT al ser consultado.

Deducir hasta 5 mil pesos sin comprobantes fiscales 

Por si fuera poco, los líderes de la organización pueden considerar como deducibles los gastos menores que no excedan de 5 mil pesos, aún cuando no cuenten con el comprobante fiscal respectivo, siempre que estas erogaciones, en su conjunto, no excedan del 5 por ciento de los gastos totales correspondientes al ejercicio inmediato anterior.n

En el caso de donativos hechos por empresas, éstas causarán un IVA del cinco por ciento que deberá ser cubierto por la agrupación que ceda el bien, tomando como base el valor de mercado o en su defecto, el de avalúo.

Asimismo, en lo que se refiere a la prestación de servicios a personas ajenas a la agrupación religiosa, éstos causarán ISR cuándo su valor exceda al 5 por ciento de los ingresos totales de la organización religiosa; es decir, si se declara un ingreso de 10 millones de pesos, puede ofrecer servicios valuados hasta en 500 mil pesos sin ninguna carga tributaria.

“Pagan ISR por la enajenación con fines de lucro de la venta de bienes como libros u objetos de carácter religioso y cuando recibas intereses u obtengas premios”, subrayó.