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“Conservadores desquiciados de pseudo izquierda”, llama Obrador a opositores a Tren Maya y anuncia consulta exprés

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Rodrigo Islas Brito

Ayer seis organizaciones que representan a académicos y a las comunidades mayas yucatecas del estado de Yucatán, manifestaron nuevamente su rechazo al proyecto del Tren Maya considerando que el gobierno federal no tiene un proyecto ejecutivo concreto, ni estudios que muestren las consecuencias de impacto ambiental, económico y social, con la realización de  consultas públicas que no se realizan bajo los estándares internacionales.

Hoy en su última conferencia de prensa matutina de esta semana, el presidente Andrés Manuel López Obrador al respecto ha dicho que está “evitando las provocaciones de conservadores desquiciados”, los cuales también pueden ser de izquierda. De una muy dudosa izquierda para el mandatario mexicano.

Los opositores en Yucatán contra el Tren Maya, lo llaman Tren Peninsular, y lo miran como un proyecto devastador, que generará empleos de mala calidad y donde los grandes beneficiados como siempre serán los inversionistas, como ya ha sucedido con el modelo de desarrollo de Cancún y la Riviera Maya, en Quintana Roo, cuyos pueblos y riqueza ambiental fueron arrasados y cuasi desaparecidos por un prometido desarrollo económico que solo desarrolló a unos cuantos.

Es así que pese a los expresado por la asamblea de defensores del territorio maya, por el Consejo Maya del Poniente de Yucatán, por el colectivo Popol Vuh, por el Centro de Investigaciones Regionales “Hideyo Noguchi”,  por el Observatorio de la Consulta al Pueblo Maya y diversos académicos e investigadores, Andrés Manuel López Obrador anunció hoy que este sábado y domingo se llevará a cabo una consulta sobre la aprobación o no del Tren Maya por los municipios y poblaciones por donde su infraestructura hará blanco.

“Nada por la fuerza, todo por el derecho y la razón”, dijo Amlo sin dar especificaciones de que poblaciones serán en las que se lleven a cabo las consultas ni cuál será el método de aplicación que estas seguirán, ni que dependencias o entes gubernamentales serán los encargados de realizarlas.

A lo que cabe recordar que el pasado 13 de julio, líderes y activistas que se oponen al Tren Maya se reunieron con el director general de Fonatur, Rogelio Jiménez Pons, y el responsable de ONU Habitat para México y Cuba, Eduardo López Moreno, para exponer su inconformidad por un proyecto que consideran sólo traerá beneficios económicos a los grandes inversionistas, mientras que a ellos, los pobladores de la zona, les dejará empleos precarios.

“No queremos que pase aquí como en Cancún o en la Riviera Maya, donde los habitantes de la zona vendieron sus parcelas y se quedaron después sirviendo en los hoteles. De mozos, de meseros”, dijo entonces Anastasio Oliveros, poblador de Calakmul, apicultor e integrante de la Alianza Maya por las Abejas de la Península de Yucatán.

Hoy a gente que haya manifestado lo expuesto por Oliveros, el presidente los ha calificado llanamente como “conservadores desquiciados”. Sin especificar si estos son conservadores por querer conservar su entorno y sus formas  de vida, y si es este deseo el que a los ojos de la presidencia de la República los vuelve orates.

Por lo pronto, aun sin esperar los resultados de la consulta a las que ha convocado, Amlo dijo que la construcción del Tren Maya va, sobre un proyecto que desde el inicio de su sexenio se anunció que cruzará 42 municipios, de los cuales, 41 de ellos poblados y con altos índices de pobreza, distribuidos entre los estados de Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Tabasco y Yucatán, con una población de 4 millones 032 mil 465 personas, de las cuales en promedio, el 51 por ciento sufre de pobreza y el 12 por ciento de pobreza extrema.

Con un costo que irá de 120 a 150 mil millones de pesos y una construcción de cuatro años , sobre el Tren Maya primero se ha anunció que el gobierno solo pagaría un diez por ciento de su construcción y que el resto se abriría a cuatro licitaciones. El dos de diciembre el mismo Rogelio Jiménez Pons, director general del Fondo Nacional de Fomento al Turismo, recompuso lo dicho y aclaró el gobierno obradorista sufragará  más del 70 por ciento de su costo para evitar adquirir deuda en los mercados financieros.

Sobre lo que el presidente Obrador ya había dicho antes que el ferrocarril será financiado con los ‘ahorros’ producto del combate a la corrupción y la política de austeridad de su gobierno, que para este año sumaron 11 mil millones de pesos, apenas 7.5 por ciento de los recursos necesarios para concluir el proyecto ferroviario.

En su conferencia de hoy, Obrador también abordó otros temas de progreso para su gobierno, lamentando que la iniciativa para reducir un cincuenta por ciento el presupuesto a los partidos políticos del país no haya sido aprobada en el Congreso Federal, sobre lo que prometió que él mismo enviará la misma propuesta en febrero al parlamento. “Hay que volver a intentarlo”, dijo.

De la reunión que ayer celebró con padres de familia de las niñas y niños fallecidos y quemados hace diez años en la Guardería ABC en Hermosillo, Sonora, anunció finalmente que estos se reunirán con el Fiscal de la República, Alejandro Gertz Manero, para que este los ilustre sobre cómo van las investigaciones sobre su caso, además de que se estudia la posibilidad de otorgarles pensiones vitalicias a los menores sobrevivientes de la tragedia vía un decreto presidencial que asegure que ese posible apoyo jamás les será quitado.

De la no aprobación en el congreso del estado de Hidalgo de la despenalización del aborto antes de las doce semanas de gestación, no quiso hablar. “En ese tema no quiero meterme, ya tengo muchos problemas que atender”, expresó el presidente a las y los reporteros, aunque después dijo que no dijo lo que todos escucharon que dijo.

Del no pago quincenal decembrino que hoy están experimentando trabajadores y trabajadoras del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) a los que les dijeron que se preparen para no recibir nada y por lo cual estos cerraron oficinas y hasta el Palacio de Bellas Artes, Obrador dijo que le parecía muy raro que no les pagaran. Solo para unos minutos después recibir un acordeón y asegurar que el pago del aguinaldo para los trabajadores va y que ya están en pláticas con los 14 sindicatos de la dependencia.

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