OPINIÓN | Ya no se necesita partido o al menos no el modelo partidista que tenemos
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Sin Concesiones
Humberto Ferusca
Si hay que buscar la verdad en el reino intangible de las ideas, pero no quedarnos ahí, debemos decantarnos por el mundo de la realidad tangible, hoy en nuestro país vivimos una incertidumbre que ha sido disipada por la esperanza durante este primer semestre, pero si el país ha vivido a partir de la elección un elevado y por momentos, desbordado optimismo, la realidad se va a imponer y las expectativas del cambio se irán disipando poco a poco en algunos sectores y finalmente darán una dimensión general y real de los alcances de la 4ta T a todos los ciudadanos; donde algunos quedaran como fervientes seguidores del apostolado morenista, otros lo verán cautamente antes de comprometer su futuro y otros más lo detestarán como ya lo hacen actualmente, más allá del corporativismo rampante con el que aparentemente se conduce el actual gobierno, que parece empecinado en comprar voluntades con dinero entregado en mano por la razón que sea, ya pretende también otorgar derechos ciudadanos a migrantes por el solo hecho de estar en nuestro territorio tres añitos, las condiciones socio-económicas-políticas y comunicativas de los mexicanos han cambiado y tratar de revivir el deleznable régimen priista en un envase diferente muestra una visión engañosa y cortoplacista, recordemos que Fox tiró al PRI, como lo ha hecho López y fueron más ellos que sus partidos los artífices de esos hechos, este régimen aún no ha gestado nuevos liderazgos opositores, la clase política aun no reacciona del nocaut que le propinaron los resultados de la elección, pero las aguas volverán a su curso y en ese cauce, las actuales condiciones políticas opositoras parirán liderazgos y quizá solo cultiven su desarrollo porque tal vez ya están ahí, no agazapados, sin salir aun de la penumbra, porque eso pasará si, o si, no hay alternativa, habrá cruentas luchas intestinas, en el propio partido en el gobierno, pero también el surgimiento de actores y aspirantes, y ya no se necesita partido o al menos no el modelo partidista que tenemos.
Aun así, en el pulso de la sociedad se sienten mejores condiciones que las que vivió el gobierno de Peña los tres años previos a la elección, pero en muchos temas fundamentales para la población, hoy la realidad cotidiana ya no es favorable; la ruta del gobierno también ha despertado reserva de empresarios e inversionistas, los problemas se presentan y hay que enfrentarlos no evadirlos y menos cuando se trata de un problema que puede generar otros aún más graves, los problemas para solucionarlos hay que comenzar por reconocerlos y el presidente López cotidianamente tiene otros datos, la realidad no te confronta ni te alcanza, la realidad te avasalla, te atropella y se impone siempre, no hay realidades por decreto ni decretos que transformen la realidad.
Esta primera etapa de la 4ta T, hace a un lado los errores y las equivocaciones, no enmienda, se siente infalible, el presidente se considera un faro que ilumina no solo al país sino ahora también a EEUU y a Centro América, el Caribe y partes de África y Sur América, considera un éxito totalmente capitalizable el haber evadido la imposición de aranceles en el mercado méxico-americano donde aún está vigente el Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLCAN), y que difícilmente iban a poder ser impuestos por un decreto unilateral, es obvio hay que explotar el “éxito” de esa evasión cargada de imposiciones que sujetan al país a una evaluación invasora de su soberanía y de sus propios principios en materia migratoria por parte de un gobierno extranjero, pero hay que vender ese pírrico triunfo, es aceptable, pero y las condiciones de la economía, de la salud, del empleo, de la inversión pública focalizada en proyectos prematuros y con anomalías, la seguridad, la alimentación, el medio ambiente, el carácter laico del estado, de la educación y de todo lo público, ahí el Presidente no solo debe respetarlo y enfrentarlo, sino trabajar para solucionarlo de la mejor manera, no con otros datos, o asumiendo que los hechos son generados por la mafia del poder de la comunicación y por periodistas chayoteros, por fifís que solo viven para dañarlo a él o a su apóstoles, empeñados en el fracaso de su gobierno, sin darse cuenta que quien más abona a ese fracaso es su actitud y su soberbia.
Debemos cuidar nuestra incipiente democracia, sabiendo lo que costó construirla, pretendiendo aparentemente ahora volcarnos en el pasado para reinstalar un régimen similar al que acabamos de desechar, seamos serios, si algo va mal hay que decirlo aun a costa de ser tachado de amafiado o fifí y si algo está bien hay que reconocerlo aun a costa de ser tachado de seguidores del culto obradorista, abur.
Humberto Ferrusca.
Oaxaca de Juárez, junio 22 de 2019.