De este grupo, cuatro urbes fueron víctimas del desastre natural. Por ejemplo, en Tehuantepec, los productos con la mayor variación anual de los precios en la primera quincena de octubre fueron cebolla (102.85 %), papa (57.12 %), ventiladores (42.92 %), trajes (34.95 %) y servilletas (32.32 %).
Sin embargo, en esta urbe destacan los crecimientos arriba de 20 % de salchichas, reproductores de video, queso amarillo, mantequilla, frutas y legumbres preparadas para bebés, velas y veladoras, gelatina en polvo y recámaras.
En la capital del país, cebolla y papa también se colocaron en los primeros lugares, añadiéndose limón, chícharo y gas doméstico L. P. Algunos ascensos en los precios pertenecen al apartado agropecuario, cuyo comportamiento responde a un efecto estacionario.
No obstante, en esta zona sobresalen los crecimiento de doble dígito en papel higiénico y pañuelos desechables, medicamentos para diabetes, focos, atún y sardina en lata, calentadores para agua y antigripales.
Oaxaca (Oaxaca) y Tapachula (Chiapas), ciudades involucradas en la contingencia, también aceleraron en los precios al consumidor, mientras Puebla (Puebla), Cuernavaca (Morelos) y Toluca (Estado de México) perdieron fuerza, es decir, la inflación de la segunda quincena de septiembre fue menor que el registro de los primeros 15 días de octubre.
Presión económica
Ante este panorama, Kristobal Meléndez Aguilar, analista del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), dijo que la aceleración de la inflación se trata de “un efecto importante que se verá por varios meses hasta que se llegue a la normalidad en la totalidad de las actividades”.
Asimismo, indicó que en estados como Oaxaca, donde hay daños en las carreteras, se hizo un cargo extra en el precio de la transportación y, por lo tanto, el costo de los productos también aumentó, por lo que es necesario, agregó, regularizar las vías de distribución, ya que se generaría una presión económica en el caso de que los precios continúen incrementando.
El especialista no descarta la posibilidad de que las cotizaciones disminuyan por la falta de demanda en algunos sectores, como turismo, afectado tras los daños en diferentes zonas.
En cuanto a Puebla, Toluca y Cuernavaca, Meléndez Aguilar señaló que la dinámica de consumo interno que tienen estas ciudades les permitió detener la inflación y mantenerse con índices bajos, a pesar de ser zonas en desastres tras los sismos.
José Luis de la Cruz Gallegos, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), acentuó que en las ciudades afectadas por los sismos donde aceleraron los precios, es probable que los productos alimenticios y energéticos hayan tenido un incremento debido a la escasez que hubo de los mismos.
“Las causas fundamentales de la inflación son la escasez de bienes y productos, y que en las vías de comunicación de algunos lugares había problemas para el transporte”, determinó.