Los primeros informes sobre el fuego que se publicaron en los medios estatales de comunicación chinos no dieron detalles y muchos informes que circularon en redes sociales y que hablaban del incendio parecieron ser censurados rápidamente.
Las noticias de incidentes importantes en el Tíbet, una región intranquila y políticamente delicada, a menudo están controladas estrechamente en China.
Tampoco se conocía la magnitud de los daños causados por el incendio.
El monasterio de Jokhang está clasificado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y contiene numerosas esculturas y pinturas religiosas en un vasto complejo de más de 2.4 hectáreas.
Muchos tibetanos están celebrando el festival de Año Nuevo, que comenzó el viernes.