Oswaldo García llevó a Oaxaca de Juárez a un colapso nunca antes visto
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Álvaro Morales
“Parece zona de guerra”, dice un turista con claras muestras de molestia mientras camina sobre la calle de Independencia, la avenida principal de la ciudad de Oaxaca, entre decenas de montones de basura, olores pestilentes y bloqueos carreteros.
Es la tarde del jueves 23 de diciembre, la víspera de Noche Buena, pero prácticamente todos los trabajadores sindicalizados del ayuntamiento de Oaxaca de Juárez llevan ya cuatro días en movilizaciones porque el edil morenista, Oswaldo García Jarquín, se niega a pagarles su aguinaldo y su sueldo correspondiente a la segunda quincena de diciembre.
“No se puede estar así”, continúa lamentándose el paseante, mientras acelera el paso seguido por dos mujeres adultas y se escabulle entre el espacio que deja un autobús del trasporte urbano –utilizado como barricada– y la acera, en el cruce entre Independencia y Manuel Sabino Crespo.
Es imposible transitar en vehículos por las calles del primer cuadro de la ciudad, que permanecen tomadas por los obreros, quienes además impiden el flujo vehicular en cuatro de los principales cruceros de la capital: Símbolos Patrios, el Parque del Amor, Cinco Señores y la intersección situada frente al parque de béisbol “Eduardo Vasconcelos”.
Oswaldo García Jarquín es considerado por diversos sectores de la población como el peor edil que ha tenido la ciudad de Oaxaca en su historia, una demarcación que permanece sumida en una crisis social y de infraestructura, con el fenómeno del comercio informal desbordado, con índices crecientes de incidencia delictiva y sin servicio de vigilancia policiaca porque los uniformados también se quejan de falta de pagos y de la falta del otorgamiento de combustible para las patrullas, que operan –si bien lee va– con un cuarto de tanque.
A ello se suman calles plagadas de baches y centenas de alcantarillas abiertas debido a que bandas delictivas se han dedicado a robarlas durante los últimos meses, sin que la autoridad haya puesto freno a esas actividades.
Cuadras enteras del centro permanecen en penumbras por falta de alumbrado público y decenas de barrios y colonias sin acceso al servicio de agua potable y recolección de basura. Todo ello, a pesar de los mil 500 millones de pesos de recursos públicos que el gobierno municipal de Oaxaca de Juárez recibió en este 2021.
“Nunca habíamos visto algo así”, dice Laura Estela Hernández, presidenta del Comité de Vida Vecinal (Comvive) del barrio La Noria, consultada por Agenda CIO.
A las protestas efectuadas por los sindicalistas, se sumaron elementos de la Policía Vial de la Ciudad de Oaxaca, que mantuvieron la semana pasada un paro de actividades y el de diciembre, la Policía Municipal amagaron con suspender actividades por el retraso en el pago de un bono mensual de 650 pesos.
En un mensaje circulado en redes sociales, los agentes acusaron que el actual director de la institución policial, Marcos Freddy Hernández López, les prometió gestionar el pago para el día 28 de diciembre, no obstante, esto no sucedió.
Asimismo, denunciaron que la actual administración encabezada por el morenista, Oswaldo García Jarquín, que finalizará este viernes, les quitó apoyos consistentes en subsidios para viviendas y becas educativas, además de dejar a la deriva los requerimientos de los uniformados.
“Dejaron caer a nuestra corporación en total abandono, no hay vehículos suficientes para patrullar, nunca hubo compra de refacciones para echar andar las unidades seminuevas que se encuentran atoradas en el taller de mantenimiento vehicular, no hay radios de comunicación, la radiocomunicación está muy mal, el armamento está deteriorado”, lamentaron en el texto.
Exigen auditorías
Empresarios, trabajadores y sociedad demandan auditorías en contra del alcalde; sin embargo, el gobierno municipal entrante, que encabeza Francisco Martínez Neri, se ha mantenido reticente a efectuar esos procedimientos.
Durante la última semana, sindicatos y autoridades electas estimaron que los pasivos –adeudos–, que heredará la actual administración municipal, ascienden a 400 millones de pesos, un monto cuyo destino se ignora.
Para poder sufragarlos, la próxima autoridad deberá reconocerlos como deuda pública y solicitar algún tipo de financiamiento privado para poder cubrirlos.
Mientras las autoridades electas, de Morena al igual que García Jarquín buscan evadir la aplicación de la ley, proveedores de distintos tipos de servicios continúan con sus protestas en demanda de los pagos comprometidos por la autoridad.
Este 30 de diciembre, un grupo de empresarios se apostaron frente a las instalaciones del Palacio Municipal y del cuartel de la Policía Municipal en demanda de los pagos que les adeudan. Como siempre, la autoridad no respondió.
Mientras tanto, un grupo gasolinero refrendó su llamado al presidente municipal para que cumpla con el pago de 30 millones de pesos que arrastra por el suministro de combustible a patrullas y camiones recolectores de basura.
A pesar de que los empresarios llevan más de dos meses demandado el pago de sus recursos, la autoridad no ha respondido.
Entre los peores
Agenda CIO publicó el lunes de la semana pasada que el edil de Oaxaca de Juárez, Oswaldo García Jarquín, finalizará su gestión como uno de los 15 peor calificados del país, de acuerdo con los últimos resultados de las encuestadoras Mitofsky y Varela y Asociados.
García Jarquín llegó a la presidencia municipal de Oaxaca de Juárez tras encabezar la primera candidatura de Morena para gobernar la capital de la entidad. Incluso, Jarquín contó con el respaldo del presidente, Andrés Manuel López Obrador, quien pidió a la ciudadanía votar por él.
El ranking Mitofsky 100 Alcaldes y Alcaldesas de México, publicado la semana pasada y último de 2021, ubicó a García Jarquín, de Morena, en el lugar número 96, como uno de los cuatro peores del país, con una aprobación del 25.1 por ciento, un rechazo del 73.7 por ciento y un porcentaje de no opinión del 1.2 por ciento.
Mientras tanto, en su medición de noviembre, Varela y Asociados, por medio de su estudio Los mejores y peores alcaldes de las 57 ciudades más importantes de México, situó al oaxaqueño en la posición número 42.
Varela y Asociaciones, en una encuesta realizada para C&E Campaigns and Elections, ubicó a Oswaldo García Jarquín con, según la medición, 42 por ciento de aprobación a su desempeño como presidente municipal.