Con tuberías y drenajes colapsados, SAPAO reporta sobrejercicio de más de mil mdp
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I de II Partes
Mientras la población de la zona metropolitana de la ciudad de Oaxaca ha denunciado el colapso de la red de agua potable y drenaje, con cientos de fugas y socavones en la vía pública y miles de viviendas sin acceso al líquido o, por el contrario, infestadas de aguas negras, los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado de Oaxaca (SAPAO) reportaron un sobregasto de más de mil 240 millones de pesos durante los primeros cuatro años con nueves meses del actual gobierno estatal de Alejandro Murat Hinojosa.
Mientras sus altos funcionarios argumentan ante la población inconforme que los recursos que recibe el organismo son insuficientes para resolver las demandas de la sociedad; en la realidad, el órgano desconcentrado admite en documentos oficiales un gasto de 2 mil 416 millones 71 mil pesos en lo que va de la actual administración, con una serie de partidas extraordinarias que han duplicado su presupuesto y cuyo destino se desconoce.
Una revisión efectuada por Agenda CIO a las cuentas públicas estatales de 2017, 2018, 2019 y 2020, así como a los preliminares de la cuenta pública 2021 con corte al tercer trimestre de 2021, establecen que la Cámara de Diputados del Estado le autorizó al gobierno local gastar mil 172.9 millones de pesos en el presupuesto de SAPAO; sin embargo, por autorizaciones de la Secretaría de Finanzas, la oficina obtuvo ministraciones extraordinarias por otros mil 243.1 millones de pesos.
En total, 2 mil 416 millones de pesos ejecutados en menos de cinco años.
Mientras SAPAO ha gala de sus montos multimillonarios, cientos de colonias y asentamientos de la zona metropolitana de Oaxaca reclaman la falta de acceso a un suministro digno, a pesar de que mes con mes pagan los derechos correspondientes.
En el caso de la ciudad de Oaxaca, vecinos de barrios como La Noria, Siete Príncipes y Xochimilco, por mencionar algunos, han denunciado durante los últimos tres meses la existencia de decenas de fugas de agua potable en sus jurisdicciones, mientras cientos de casas se quedan sin acceso al líquido, pues éste llega sin presión y no puede subir a sus tinacos.
En múltiples casos, ante la denuncia de la sociedad, los trabajadores de SAPAO acuden a supuestamente reparar las fugas, pero lo único que terminan haciendo es escarbando y aumentando la magnitud de las averías para después abandonarlas con el pretexto de que carecen del material necesario para terminar las reparaciones.
La misma situación ocurre en colonias como Alemán, Dolores, Volcanes, Ampliación Volcanes y San Luis Beltrán, donde la red de suministro permanece colapsada, lo que ha provocado que la población permanezca hasta un mes sin acceso al líquido, en plena cuarta ola de la pandemia de Covid 19.
En las colonias Gómez Sandoval, América y Víctor Bravo Ahuja llevan más de tres años reportando el colapso de su red de drenaje, con decenas de calles inundadas por aguas negras, sin que la autoridad haya respondido a sus exigencias, misma condición que prevalece en el barrio de Xochimilco, sobre la calle Genaro Vázquez, donde la “desaparición” de la tubería de asbesto, por permanecer más de medio siglo sin mantenimiento, provocó la abertura de un socavón de más de un metro y medio de diámetro, sin que a un mes de su aparición hay sido reparado por la autoridad competente.
Millonarios recursos, a la alcantarilla
Durante 2017, en el primer año de gobierno de Alejandro Murat, el Congreso de Oaxaca autorizó a SAPAO un presupuesto anual de 199 millones 423 mil pesos; no obstante, al cierre del ejercicio fiscal, el organismo terminó gastando 334 millones 274 mil pesos, un sobreejercicio de 134.8 millones de pesos.
En 2018, el Poder Legislativo etiquetó 279 millones 606 mil pesos para el funcionamiento del sistema de agua potable y alcantarillado de Oaxaca; sin embargo, al final del periodo, el organismo recibió 594 millones 35 mil pesos, una partida extraordinaria de 314.4 millones de pesos.
Complicidad
El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) acusó en 2018 que los poderes ejecutivos y legislativos de todo el país, incluido Oaxaca, se coludían para permitir que los gobierno gastaran millonarios recursos no presupuestados en diversos rubros de la función público.
Al no estar presupuestados, las autoridades pueden hacer usos discrecionales de tales montos, como sucede en SAPAO.
Al respecto, el IMCO al dar a conocer los resultados del Índice de Información del Ejercicio del Gasto (IIEG 2019) advirtió lo siguiente: “Hay un abuso sistemático entre los recursos presupuestados y ejercidos por las entidades.
“Los congresos locales no hacen nada por detener el abuso en el ejercicio de los recursos públicos, a pesar de que cada trimestre conocen las variaciones injustificadas. La complicidad legislativa crea el peor escenario: los diputados no usan sus facultades para emitir opiniones respecto al ejercicio del gasto y no llaman a comparecer a los secretarios de finanzas para justificar las variaciones excesivas”.
En 2019, las irregularidades entre el presupuesto otorgado a SAPAO y lo finalmente reportado en la cuenta pública, siguió, pues el monto pasó de 260 millones 231 mil pesos a 486 millones 5 mil pesos, una diferencia de 225.7 millones de pesos.
Y en 2020 el sobrejercicio aumentó: El recurso previsto para el órgano, según el decreto del Presupuesto de Egresos, era de 246 millones 325 mil pesos, pero lo que realmente se devengó fueron 693 millones 813 millones de pesos, una diferencia de 447.8 millones de pesos; es decir, 300 por ciento más de lo previamente establecido.
Finalmente, en 2021, el Congreso del Estado autorizó un presupuesto de 187 millones 345 mil pesos; no obstante, al cierre del tercer trimestre del año, aún con los meses de octubre, noviembre y diciembre por delante, SAPAO ya había dispuesto de 307 millones 941 mil pesos, 120.5 millones de pesos más.
“El análisis del IMCO detectó grandes variaciones entre lo presupuestado y lo gastado por las entidades en 2018. A pesar de que los congresos cuentan con la información, no frenaron esta mala práctica”, reiteró la ONG en el informe dado a conocer.
Luego, acusó que los diputados locales no han regulado sus propias atribuciones para aprobar o negar las modificaciones al presupuesto realizadas por las secretarías de finanzas, además de que hacen poco o nulo uso de su facultad de emitir opiniones sobre los informes trimestrales de gasto que las secretarías de finanzas les remiten y no exigen la comparecencia de las autoridades que gastan más de lo aprobado.
Antecedentes periodísticos
“En 2017, el Banco Mundial aprobó un enorme crédito para llevar a cabo MAS Oaxaca, proyecto que mejoraría el sistema de agua potable en ese estado del suroeste mexicano. Hoy, el gobernador Alejandro Murat presume los resultados como uno de sus mayores logros, pero oculta que el financiamiento fue cancelado, que su gobierno entregó obras inconclusas, mal hechas, pagos indebidos y que, incluso, contrató empresas fantasmas”, dice el sumario del reportaje titulado Fracaso millonario. La historia oculta del agua potable en Oaxaca y publicado en el portal.
El trabajo de investigación firmado por Renata Bessi y Santiago Navarro F. de Avispa Midia, aborda de manera crítica uno de los proyectos emblema gestionados por el actual gobierno estatal: MAS Oaxaca.
Los reporteros abordaron el caso de un préstamo por 55 millones de dólares autorizado por el Banco Mundial (mil 100 millones de pesos) al gobierno de Oaxaca y que beneficiaría a 19 municipios a través del Programa de Modernización del Sector de Agua y Saneamiento del Estado de Oaxaca (MAS Oaxaca).
“Esta es la primera vez que el estado recibe recursos directamente de un financiador internacional sin recurrir a la intermediación del gobierno federal”, resalta la publicación.
Sin embargo, el trabajo acusa que el gobernador oculta, en realidad, “el pobre alcance de MAS Oaxaca, ya que el Banco Mundial solamente liberó el 27% del dinero pactado para los 19 municipios. ¿Qué ocurrió? De acuerdo con los Informes Anuales de Verificación de Resultados del Programa de Modernización del Sector de Agua y Saneamiento del Estado de Oaxaca, realizados por una auditoría externa del programa, a los cuales tuvo acceso Avispa Midia, el gobierno entregó ‘informes incompletos o nulos’, así como ‘obras inconclusas o retrasadas’.“En el plan original, el préstamo del Banco Mundial era parte de un novedoso modelo de financiamiento en el que el gobierno oaxaqueño recibiría el dinero en partes, de 2017 a 2021, después de evidenciar resultados. Lo que buscaba la instancia financiera con estas medidas era ‘mejorar la transparencia y la rendición de cuentas’, además de ‘fortalecer los sistemas de lucha contra el fraude y la corrupción’. Algo que, finalmente, no ocurrió…