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OPINIÓN l La sangre es vida, donemos.

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Carlos Villalobos

Cuando se habla de sangre, normalmente se aborda desde una connotación negativa, aludiendo a la muerte o a la disputa, sin embargo, la sangre es vida.

En un entorno donde el papel de la ciudadanía se ha ceñido a llenar urnas electorales, actos de ciudadanía, y por tanto de empatía, como lo es la donación de sangre ha quedado en un segundo plano.

A menos de que algún familiar, amigo o conocido requiera de este líquido vital, la donación de sangre es una esfera poco abordada y que poca difusión recibe, a pesar de que el sólo unos cuantos mililitros pueden salvar vidas.

La sangre que reciben bancos sanguíneos e instituciones de salud, tienen usos variados, desde la atención por traumas y lesiones del día a día, hasta tratamientos de niñas y niños con cáncer.

En un mundo donde la inteligencia artificial está apunto de dotar a robots y algoritmos con sentido común, los humanos todavía no desciframos la manera de replicar la sangre y fabricarla.

En un contexto en donde no existía el COVID-19, 2019 para ser exactos, México ocupó el último lugar en latinoamérica en donación de sangre de forma voluntaria, no remunerada. Esta cifra es bastante esclarecedora, ya que se hace notar la falta de empatía sigue permeando en nuestra sociedad, provocando que la sangre sea una moneda de cambio y que quienes están librando la batalla entre la vida y la muerte, además tengan que gastar para tratar de salvar la vida.

Para 2020 la situación no mejoró, ya que de los 110 millones de unidades de sangre que se recolectan a nivel mundial, México sólo obtiene 3.2 millones.

Para Oaxaca, la cosa tampoco es halagadora ya que de acuerdo a cifras de la Secretaría de Salud, en Oaxaca solo se obtienen 27 mil unidades, teniendo una demanda extra de 3 mil unidades para poder satisfacer las necesidades básicas del estado. 

Con cifras exactas todavía no se sabe a ciencia cierta el papel que jugó el COVID-19 y estando a la espera de las cifras, podemos intuir que disminuyeron los registros de donación en el país y en el estado, dejando en la completa indefensión a quienes requieren de este vital líquido.

De acuerdo a instituciones como la Fundación Nicoatole, que se encargan de impulsar acciones en favor de niños con cáncer en Oaxaca, la donación de sangre es fundamental y el impulso de esta acción de vida ha quedado en segundo plano.

Como ciudadanos, hoy tenemos que dar el paso, impulsemos la donación de sangre, ya que una sola donación se puede salvar hasta 3 vidas y el proceso de extracción, es rápido, sencillo y seguro, sigue protocolos de bioseguridad extremadamente certeros.

En los tiempos que nos ha tocado vivir, donar sangre, es un acto de ciudadanía, es un acto de empatía, pero sobre todo es un acto de vida, no nos quedemos quietos e impulsemos estos actos, porque la sangre no es para derramarse, la sangre es para donarse.

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